Qué importante ha sido el beef entre Kendrick Lamar y Drake para la cultura urbana de Estados Unidos. Al primero, claro vencedor del tira y afloja que se trajeron en 2024, le vino para disparar aún más su popularidad y convertirse en la principal figura del hip hop americano desde entonces; a Drake, por el contrario, le ha supuesto un hachazo de popularidad tal que no hay que mirar sino sus cifras.
Drake tiene 13 #1s en Estados Unidos, un currículum espectacular. Entre 2022 y 2023, el canadiense fue líder cuatro veces de la lista de sus 19 lanzamientos. En los últimos dos años, de sus 13 lanzamientos —pasó 2024 en un inusitado silencio tras la batalla—, ha sido top 5 en dos ocasiones, nunca #1. Y Drake está claramente frustrado con la situación. Ya acusó a su propio sello y a los medios de boicotear sus lanzamientos a favor de Kendrick Lamar; en plena promo de su último álbum fue el propio Lamar con Luther el que le dejó sin opción alguna de liderazgo para Nokia.
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Ahora, ha sido Ordinary de Alex Warren la canción que ha dejado a Drake sin #1 en Billboard. Y lo ha hecho sin ninguna estrategia escandalosa para un tema que lleva 22 semanas en lista: el 57% de sus puntos en lista llegan del streaming, en el que suma 19,1 millones. El 3% de la venta tradicional, con 6.000 copias vendidas del tema esta semana; el 40% de la radio, porque es un tema ya establecido entre el público.
Drake lo supera en streams (22,5 millones, tampoco de una forma escandalosa para ser un estreno), empata en ventas con 6.000 copias, pero pierde en radios —obvio, acaba de publicarse— por una diferencia de impacto de casi 70 millones. Solo el 2% de sus puntos de lista llegan de las radios. Esto, insisto, es un registro habitual en Estados Unidos. Ahora bien, Drake estaba acostumbrado a salir disparado al #1 por sacar mucha ventaja en streams. Ya no ocurre.
Pero el rapero se ha enfadado y compartido en redes el siguiente mensaje, acompañado de emojis con cara de incredulidad.
“Un rival en el #1. Voy a conseguir ese puesto con una canción o con otra, no os preocupéis. Los cambios de normas y esas cosas…”
No, Drake, no te afecta el “cambio de normas”. Te afecta haber perdido público. Su anterior álbum, Some Sexy Songs For You, estrenaba dos canciones en el #5 y #6 del Spotify americano por encima de los 2 millones de streams. What Did I Miss, su nuevo single, ha arrancado en el #1 con 1,3 millones. En su noveno día, es #16 con 0,8 millones. Con el anterior proyecto, al noveno día Nokia estaba marcando 1,2 millones. Casi lo mismo que el estreno de este single.
Retrocedamos a antes del beef: Slime You Out, su último #2, se estrenaba en el #1 con 2,4 millones. Casi el doble de What Did I Miss. Si vamos al #1 de aquel año, First Person Shooter, debutaba con 4,4 millones en Estados Unidos. Ese disco, For All The Dogs —previo al beef con Lamar—, colaba 7 canciones por encima de los 3 millones en el Spotify americano en su primer día.
Blanco y en botella.
Será tu rollo si: Trabajas tu anger management con la psicóloga; no pides palillos en los restaurantes asiáticos porque te enerva que se caiga el arroz; recuerdas el rap de Saber Y Ganar.