¿Recordáis cuando Kesha fue agredida personal y laboralmente por Katy Perry y sufrió un infierno judicial con la cantante que la llevó a finalmente tener que organizar su propio sello y huir del de la artista de clásicos como Never Worn White? Seguramente no, porque realmente la movida la tuvo Kesha con Dr. Luke, el que era su productor por aquel entonces.
Pero parece que el problema desde hace años lo focaliza en Katy Perry. De Dr. Luke no ha vuelto a hablar, desde que firmara con él un acuerdo que finiquitaba sus tiras y aflojas judiciales, pero para compensar el no decir ni mu sobre la persona que le ha causado sus dolores de cabeza, ha decidido tomarla con ella.
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La última indirecta que le ha lanzado ha sido aprovechando un asunto que le afecta directamente: el viaje al espacio de Katy Perry junto a otras mujeres que duró lo mismo que el entusiasmo por Joyride. Aprovechando la viralidad del momento, Kesha se subió al carro de la crítica a Perry cuando el restaurante Wendy’s posteaba en sus redes “¿podemos enviarla de vuelta?” a su regreso a la tierra. Acto seguido, Kesha compartía una imagen sorbiendo un refresco del local. Sutil, elegante, como siempre.
Si no recordáis por qué surge el problema entre ambas cantantes, retrocedemos a 2018. Aquel año, Katy Perry niega haber sido agredida sexualmente por Dr. Luke frente al juez, después de ser citada porque Kesha había afirmado que lo había sido. Dos años después, el juez dictó que Kesha había difamado a Dr. Luke al afirmar, en un mensaje de texto a Lady Gaga, que él había violado a Perry, señalando que no existía evidencia que respaldara toda esa historia.
Pasado el tiempo, Katy Perry vuelve a trabajar con Dr. Luke en su último álbum 143, lo que le cuesta muchísimas críticas por parte del público y su fiasco comercial, que Kesha aprovecha también para hacer mofa cuando Womans’ World pincha y esa se ríe con un indirecto ‘LOL‘ en redes sociales.
Ahora que llega este nuevo momento de indirecta, uno se plantea si este meter el dedito en la llaga de la herida de Katy Perry es el único éxito del que Kesha puede disfrutar. Al fin y al cabo, después de Joyride (100 millones en Spotify frente a los 53 de Woman’s World), ni Delusional (7 millones) ni Yippee-Ki-Yay (4 millones) han dejado huella alguna, complicándole mucho el camino a Period, su nuevo álbum, previsto para el 4 de julio.
Quizá, puesta a dar portazo al asunto a través de un acuerdo económico-judicial, procede también dárselo a nivel público. Poner el foco en su proyecto y dejar de fijarse en los del resto, que por mucha risa que le causen, se comen con patatas al suyo. Imaginad la de refrescos que podría tomarse Katy si fuera con los ingresos de las 84 arenas que tiene agendadas por el mundo.

