Las semifinales del BeniFest seleccionan a cuatro candidatos y dejan fuera a la otra mitad, porque para algo es esto un proceso de selección. Claro que también Eurovisión tiene dos semifinales y, a este paso, van a servir para apenas descalificar un tema por emisión. Sea como fuere, tras el análisis de las canciones que público y jurado dejaron pasar a la final, echemos un ojo a las que se quedaron por el camino. Ya os digo que el nivel, lo que es el nivel, no fue especialmente distinto al de las que tuvieron pase.
‘Reinas’, Sonia Y Selena
Muy a favor de todo este mess. Porque me da la impresión de que, a diferencia de Melody, Sonia & Selena sabían que estaban ahí para poner camp y fantasía. Y creo que el público también se dio cuenta. Cosa que no va a ocurrir con la otra candidatura, porque los misterios del eurofanato son tales que sí, cabe entre ellos que se tomen totalmente en serio una canción llamada Esa Diva.
Volviendo Ácido y Alurónico, fue todo el desastre que necesitábamos para un momento de risa y desconexión. Yo sinceramente las hubiera pasado a la final porque fue el punto de la gala en el que más pendiente estuve de la pantalla: que si una parece que se cae, que si la otra está dando notas en la escala de do-re-mi-coño-moreno, que si referencias a Wicked, que si carteles verbeneros gigantes, que si Sonia con su mejor voz de Cristina Tárrega y Selena con cara de pánico sin atinar un solo paso de la coreo tiktokera… no hubo un segundo de descanso.
¿La canción? ¿Qué canción? Who cares!
‘Mala Feminista’, Chica Sobresalto
Maialen estaba anoche como un pulpo en un garaje. Y la cosa tampoco es que saliera bien en su caso. Ella se esmeró en darle a Mala Feminista un appeal televisivo, con una coreografía teatralizada que parecía decir “¿no os parece lo suficientemente in-your-face el mensaje de la canción? Pues tomad dos tazas”. ¿Que hablaba de engordar? Pues una muchacha corriendo y ella en un peso. ¿Que habla de fallarle a la sororidad? Las chicas se disparaban en la cabeza. Muy vídeo de Mecano. Literal hasta la médula.
Chica Sobresalto olvidó la letra en un momento y después pareció dudar unos segundos hasta volver a coger el tono, dejando como era previsible, el momento álgido del tema en las partes más punk. El problema principal de la propuesta es que, en busca de un ‘aprovechar el escenario’ que siempre se tiende a entender fatal (Karmento como contrapunto a esto), Maialen separó su puesta en escena en dos zonas, dejando al cámara teniendo que decidir a qué enfocar. La mitad de la historia se perdía en el camino, cuando Mala Feminista podría haber estado mejor planteada con todo en el mismo plano al mismo tiempo. Menos cubo de neón y menos props, más “esto es lo que hay”.
‘Me Gustas Tú’, K!ngdom
La propuesta de K!ngdom era posiblemente la mejor de la edición. Lo que es la canción en sí: pegadiza, unapologetic y directa al grano. Don’t bore us, get to the chorus, que dirían Roxette. El staging de K!ngdom, en papel, era también de los mejores: decidida y autoconscientemente cursi, teatral, divertido, desenfadado… pero claro, tenía que estar acompañado de alguna nota que estuviera en su sitio.
Y todo ello hizo aguas en el momento en el que la atención del público estaba en que toda la canción estaba desafinada. Cualquier que viera la performance estaba más pendiente de si la cantante de la banda iba necesitada de Ventolín para sobrevivir al siguiente minuto que de lo que estuviera ocurriendo, ya fueran coreografías, trompetas o cambios de plano. Re sostenido, amor, ahora re sostenido. Y ella no sostuvo ni el hype por convertirse en la propuesta radio-friendly de la edición.
‘Amor Barato’, David Afonso
Si Miguel Nández se hubiera encargado del vídeo de When I Grow Up de The Pussycat Dolls, esto es lo que hubiera ocurrido. David Afonso fue de los mejor parados de la noche a nivel vocal, pero el servicio fue el mismo que el de un McAuto después del cierre. Mucho bailarín sobre andamios, mucho quedarse en camiseta de tirantes, bastante bien afinado…. pero es que el pobre David no tenía mucho en lo que apoyarse.
Es como si fueras el rey de hacer pirámides con cartas, pero te obligaran a hacer una de 30 pisos en medio del Katrina. El huracán, no la cantante de Las Flechas Del Amor. Amor Barato era su Katrina, una canción inspída, que ni fu ni fa, que ya podía tener un staging de Broadway que no podía rascar especialmente nada.