He sufrido por vosotros la escucha de las dieciseis candidatas al Benidorm Fest y os prometo dos cosas: que hay alguna canción fumable entre semejante elección y que los nombres que aparecen en este post sí que son reales. Todos ellos.
‘Bésame’, Carla Frigo
Increíble hacer que una canción de escasos tres minutos se haga eterna. Debe ser catalogado como un talento en sí mismo. Y eso que la idea de Carla Frigo, la de mezclar elementos de la música latina con el dance electrónico, no está mal tirado. Lo hemos visto hacer con éxito varias veces en nuestra industria no-eurovisiva. Pero al intentar replicar la fórmula de otros, el suyo es -de primeras- un proyecto bastante vacío y demasiado dependiente de un drop que no consigue alcanzar ningún momento destacable al que aferrarse. Dentro de lo genérico que es, el problema real es que es aburrido. No resulta lo sugerente que pretende, ni lo bailable que pretende, ni lo pegadizo. Es una cadena de fails que en papel parecía buena idea.
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‘La Casa’, Celine Van Heel
Celine Van Heel presenta un número latino elegantón, bien ejecutado, que suena bien y que está cantado bastante impecable. Ahora bien, del mismo modo también un poco frío: si el mensaje es guerrero, a la parte vocal le sobra algo de limpieza y le falta algo de garra, aunque no descarto que en el momento del directo esto mejore. ‘La Casa’ está también falta de un puente en condiciones: la segunda mitad de la canción parece una repetición ad aeternum del mismo par de versos que no termina de ir a ningún lugar. Como si la hubieran pensado para que durara 2:20 y tampoco le hubieran puesto demasiada intención a extenderla. A pesar de ello, el momento salsero queda bien resuelto y puede dar momentazos con una puesta en escena contundente.
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‘Mala Feminista’, Chica Sobresalto
Menudo tropiezo con Maialen, la verdad, porque tras escuchar su último álbum, ‘Oráculo’, y los singles posteriores, esperábamos que consiguiera capturar ese momentum de cara a Benidorm. No ha sido así… a medias. Es que parece que hubiera presentado dos canciones, una buena y una bastante mala. La buena, la que aparece en los versos, anima el cotarro, es gamberra, es honesta, tiene sentido del humor, atrapa… pero llega la mala, la que ocupa la parte del estribillo. Y desmonta todo el chiringuito: de pronto es una canción de The Corrs después de su tercera reunión, de la Natalia Imbruglia más pavisosa. Una canción cuyo mensaje iba bien tirado hasta que lo explicó para Dummies en su estribillo. Un poco la película de ‘Barbie‘: es más divertida cuando el guión no te explica exactamente lo que está pasando.
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‘Uh Nana’, Daniela Blasco
He tenido que ir a consultarlo y, sí, efectivamente Daniela Blasco es mallorquina. Volved ahora a escuchar el tema y la dicción del mismo. Todo queda tan impostado como ese acento: hay tantas Emilias Mernes a nuestro alrededor, que intentar escuchar la enésima propuesta hecha para una versión pobre de la misma resulta agotado. ‘Uh Nana’ no hubiera pasado el corte ni del álbum debut de Chanel, que ya sabemos que aquella barra, si hubiera sido aquello el limbo, hubiera tenido que ser cruzada practicamente arrastras. Este tema es simplemente descartable a la primera escucha, que haya pasado un filtro de mil canciones es alucinante. No tiene nada rescatable, porque ni en su intento de replicar el beat de ‘Crazy In Love’ consigue el mínimo appeal.
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‘Amor Barato’, David Afonso
La propuesta de David Afonso tiene un punto melancólico impecablemente hortera, pero uno nunca sabe del todo si es o no consciente de que la canción parece compuesta para sonar de fondo en la primera edición de ‘Gran Hermano‘ y alguien ha decidido producirle un tema de Olga Tañón encima. Si todo eso es autoconsciente, entonces está fenomenal. De lo contrario, pobre David. Es canción de gala de ‘OT’ antiguo, para bien y para mal. Es la canción que cantaría a dúo David Bisbal y Nuria Fergo, en la que ella acabaría nominada.
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‘La Pena’, DeTeresa
Este es otro tema que funciona muy bien en papel y bastante más regular en lo empírico. DeTeresa mezcla folclore y pop con bastante acierto, está graciosa la mezcla entre la España del pasado y la actual, es una canción bien interpretada, bien producida… pero que deja bastantes dudas en el aire: ¿alguien es capaz de recordar algo de ella tras su escucha más allá de “la folclórica pop”? ¿Alguien tiene la garantía de que esto, en directo y sin los efectos vocales que le dan bastante parte de chispa al asunto, no acabe yéndose por derroteros un tanto Natalia Jiménez de más? Encontrar el equilibrio en su presentación va a ser clave, pero no veo ‘La Pena’ como un proyecto realmente hecho para el público real. Es el claro ejemplo de alguien por el que los seguidores de Eurovisión fingirán interés y sobrecargarán de argumentos pretenciosos hasta que llegue la siguiente edición y ya no les in–Terese.
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‘No Lo Ves’, Henry Semler
Estoy especialmente a favor de esta canción porque está dirigida, a nivel dicción, por Marta Sánchez. “No lo fes”, “phuñechero”, “conchigo”… maravilla. Más allá de esto, es una balada tremendamente funcional: parece escrita de verdad por alguien que se ha ido de fiesta y el domingo por la mañana está hecho un asco recordando con nostalgia todo lo que echa de menos y no tiene. Hay algo cool en ella, algo que es verdad. No pretende ser Alejandro Fernández, no es Álex Ubago, es la balada de alguien que no suele hacer baladas. Es la balada que hace alguien que realmente tiene ganas de irse de fiesta pero está jodido. La que llega de verdad. A favor.
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‘VIP’, JKabello
Otra de esas canciones que solo tiene sentido en el universo eurovisivo: el pop real, máxime el que tiende al urbano, jamás tendría ese drop del estribillo, jamás vendería spanglish de esa forma, jamás estaría interpretado así. Este tipo de canciones están hechas para el público nicho que consume este formato y es una pena, porque no son una herramienta de posicionamiento real del propio artista. Ese sonido no tiene salida alguna en el mercado real, porque está pensando para televisión. Y es un canteo.
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‘Me Gustas Tú’, K!ngdom
Otro tema que, además de dirigido con la dicción de Marta Sánchez, está cantando en cursiva. Dos motivos por los que votar a favor, porque es una combinación de dos conceptos camp. “Pe Güschas Thu”. Magnífico. Hay, además, algo innegable de la propuesta de K!ngdom este año: como fórmula bubblegum-pop, se queda clavada en el oído del oyente. Va a saco sin miramientos. Es un poco Britney Spears en los dosmildieces, es un poco Belanova, un poco La Casa Azul y un poco los diez minutos de popularidad de Vicco. Es alegre, divertida y, considerando el cartel que manejamos este año, un chute de aire fresco.
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‘Loca XTi’, KUVE
La propuesta de Kuve es un pop macachón que tiene un punto de eficacia pero que realmente no termina dirigiéndose a ningún lado. Es una canción tan falta de desarrollo que por momento, especialmente hacia la mitad del track, parece la versión dub de un tema más complejo. Y no parte de tan mala base, es simplemente que juega sus cartas con… erm, más bien pocas cartas. Es todo muy blanquito, con sus referentes muy obvios, con su planteamiento sencillo… pero no es un tema que termine invitando especialmente al replay. Gana lo machacón a su parte pop.
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‘Hartita De Llorar’, Lachispa
Lachispa escenifica la versión ambiciosa de lo poco extrapolable que resulta Benidorm al mercado real: lo que es parte de su magia, esta cosa tan nicho, tan universo propio, también juega en su favor porque la mayor parte de estos temas… ¿qué público realista tienen? Lachispa juega sus cartas en un número aflamencado, barroco, bien cantado, bien exprimido en sus muchas y muchas capas y golpes de efecto… pero de nuevo, acaba pareciendo más una canción con un objetivo exacto que con las ganas de abrirse camino entre el público generalista. O simplemente el público más allá de los límites de Benidorm. Es un poco demasiado.
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‘Te Escribo Desde El Cielo’, Lucas Bun
Llega el turno de la balada de musical de Gran Vía sobre la vida de Ana Belén. El momento álgido en el que, el protagonista del mismo, sujeta un barquito de papel entre manos y le canta a la luna, que alumbra el escenario a través de un foco. Todo dotado de una épica medida, pero tampoco excesiva, todo muy blanquito y muy mono, todo muy preparado para el micrófono de pie y el momento Salvador Sobral si tuviera que interpretar la banda sonora de ‘Frozen II’. Lucas Bun la canta bonito, es innegable, y como balada dulzona pues tiene un pase.
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‘Raggio Di Sole’, Mawot
Mawot ha decidido vestirse con se mejor traje de Zucchero en anfetaminas, su mejor AlBano tras tararear ‘Pepas‘ de Farruko en una noche tonta a las cuatro de la mañana. El resultado es la entretenida ‘Raggio Di Sole’, que como chute de verano ochentero, como para una familia que acaba de bailar ‘La Barbacoa’ al borde de la piscina y necesite algo que rebaje los ánimos, tiene su gracia. Es una propuesta fresca, nostálgica, con un punto de Raffaella, con otro punto de Sergio Dalma… bien tirado.
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‘I’m A Queen’, Mel Ömana
El planteamiento es sencillo: mezcla de funk carioca con urbano comercializable, una dicción que nos lleve a una Nathy Peluso accesible, mucha actitud y el título de una canción que interpretaría una travesti en el ‘Drag Race‘ una semana de bottom. Y no está mal, pero acaba por ser un poco one-note. Le falta la chispa que la haga explotar, un poco como lo que comentaba del single de Celine: con una revisión de su segunda parte y un retorcer el planteamiento para que algo deje un momento de factor sorpresa y recuperado de atención, este número hubiera tenido más sabor. Sin embargo, por interpretación, me da que también acabará ganando con un visionado en directo.
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‘Esa Diva’, Melody
De verdad que ya me queda la duda de dónde saca Melody semejante despliegue de malas ideas, peores ejecuciones y desarrollo tan sumamente hortera y de gusto discutible. El hecho de que sea autorreferencial es el colmo de lo camp, pero siempre tiene el mismo problema: la impresión de que ella se toma esto absolutamente en serio. Imagina tomarte esto lo más mínimamente en serio.
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‘Reinas’, Sonia & Selena
El tema de Sonia y Selena tiene el mismo problema que el de Melody, solo que con un peor aún mayor: al menos lo de Melody siempre suena a que puedes disfrutarlo con cuatro copas de más y en una hoguera en la playa. Lo de Sonia y Selena es el colmo del sopor, del aburrimiento supino, de la drag que está ya de cierre y no tiene ganas de montar ningún otro número. Es un bajón de canción de principio a fin, de mal tardeo, de que si querías bailar toda la noche, ya te has quitado ellas las ganas. Pon una mano en tu cintura y deja que te siente en el sofá para descansar hoy. Que buena falta va a hacer tras escuchar todo esto.
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