Empiezo a pensar que Billie Eilish es american Arturo Valls, en su era ‘Cámera Café’. Que está atrapada en los pasillos de una empresa de informática que tocó techo en los 80 y tuvo que cerrar en cuanto el Windows 95 vio la luz. Ella sería, vamos a estirar esta estupidez de narrativa, Isabelle Donaldson Shappiro, becaria del área de intranet a la que nunca llegaron a avisar de que la empresa se estaba yendo a pique y se quedó plantada y sola delante de la fotocopiadora de la tercera planta. Y fiel a su empleo, sigue allí desde entonces.
Porque si lo pensáis, no tenemos constancia videográfica de que Billie Eilish haya llegado a salir de ese edificio de oficinas. Era protagonista del vídeo de ‘Chihiro‘ -¿en qué momento decidió hacer de ese tema el segundo single y dejar el clip de ‘Birds‘ para meses y meses después?- y vuelve a serlo ahora en el clip de ‘Birds Of A Feather’. Una canción que lo lleva petando prácticamente desde la salida del disco y que, ahora, por sorpresa, tiene un vídeo oficinario que lo acompaña. Billie se deja arrastrar por la sección de economía global, se choca con una pared, se rompe las gafas en el camino como una Milhouse cool y vuelve a ser arrastrada hasta su posición de origen.
Que alguno dirá: “bueno, pero el vídeo de ‘Lunch’ no estaba rodado allí”. Mira, el vídeo de ‘Lunch‘ podría haber estado grabado delante de cualquier pared blanca. Perfectamente de la terracita de fumadores de la empresa en la planta seis. Podría ser un photocall del edificio para eventos. Podría, vuélvete ya loca del todo, ser la misma pared blanca en la que las Spice Girls sacaron la foto para ‘Forever‘. Total, ambas cosas acabarían resultando igual de vagas.
De modo que, hasta que alguien avise de que se necesita rescatar a Billie de ese edificio, la cantante seguirá desaprovechando el inmenso potencial videográfico que tenía su último álbum de estudio, ‘Hit Me Hard And Soft’. Al menos las canciones estaban a la altura, porque la empresa de ofimática ochentera lo que sí tenía era un estudio de grabación de la leche. Y posiblemente lo produjo Arturo Valls y no Finneas, aunque se dijo para mantener las apariencias.
Será tu rollo si: piensas el encuadre de un milhojas durante veinte minutos antes de subirlo a tu instagram de 160 followers, tienes astigmatismo de distintos niveles en cada ojo, te parece hilarante la palabra “gabardina”.