Se acabaron los Juegos Olímpicos de París. Los Juegos del niño y de la niña. Los Juegos que a mí más me gustan. La ciudad que vio, ficticiamente, reunirse a Anastasia y a su abuela, la ciudad que dio nombre a la artista de ‘Stars Are Blind‘, la ciudad que fue construida a raíz de un tema de La Oreja De Van Gogh en el año 2001 se despide de sus juegos y, con ellos, Televisión Española de su liderazgo diario y mensual.
Para decir adiós, los franceses han conseguido organizar una ceremonia de clausura que estuvo al perfecto nivel de la de apertura: ni dentro de un estadio, con las ventajas de un lugar cerrado y sus posibilidades, supideron montar un show en condiciones. Atletas tropezándose, avisos en audio de que, por favor, los deportistas bajaran de escenario -cosa que hicieron de forma caótica mientras actuaban Phoenix totalmente acorralados-, speeches eternos y un número digno del Circo Del Sol con el final más predecible que podamos recordar. Y todo repleto de humo, para que viéramos en pantalla lo menos posible.
En medio de toda esa ceremonia dirigida por la directora francesa Seaux Paur y el escenógrafo belga Sizou E’Ter Naux, actuaron los ya citados Phoenix, el cantante de Vampire Weekend, Angèle y Kavinsky. La realización tampoco es que resultara de gran ayuda: vimos a cámaras en plano, tiros imposibles a 223 kilómetros y un desaprovechamiento del escenario alucinante. Y eso que el mapa mundi con forma de caballo geométrico parecía ir a tener su chicha. A largo plazo no sirvió de mucho.
Después apareció Tom Cruise, se tiro de lo alto del estadio hasta el escenario, donde recogió la bandera olímpica y fingió llevársela hasta Los Angeles -la ciudad, no el debut de Rosalía-, donde se celebrará la siguiente edición.
Allí, grabados posiblemente en 1987, actuaron Billie Eilish, Red Hot Chili Peppers, Snoop Dogg y Dr. Dre, artistas locales de la zona californiana que sirvieron de recogida del testigo. Y la verdad, todo lució bastante más show y más acogedor. Aunque fuera de día, grabado y artificial. Televisivamente hablando fue más llevadero. A Dios gracias.
Finalmente regresamos a París para ver la actuación de Yseult en perfecto playback interpretando ‘My Way’, que originalmente es una canción francesa de Claude François titulada ‘Comme D’Habitude’.