El ‘Benidorm Fest‘ ha convocado hoy a los medios para ofrecer novedades de cara a la edición del año que viene: entre el 28 de enero y el 1 de febrero, los desempleados de este país -entre los que nos vamos a incluir moralmente- dejarán todos sus problemas a un lado para centrar sus debates e inquietudes en si deben votar a una concursante de ‘La Voz’ 2013 para ir a Eurovisión con un reguetón producido por Fran Perea, o si por el contrario, prefieren la canción del muchacho que fue corista de Marina Jade y ahora tiene un interesante proyecto alternativo de jazz-pop.
‘Benidorm Fest’ ha blindado su siguiente edición con varias decisiones tan acertadas como necesarias a estas alturas: el año que viene podrá votarse gratuitamente a través una aplicación en el móvil, evitando así tener que gastarse media RGI de cada votante en una decisión eurovisiva. Lo seguirán haciendo, eso sí, en el mes de mayo, cuando quieran darle 3 puntos a Moldavia y les cueste la compra de las pastillas ese mes.
Otra de las decisiones es la de no dar a conocer los puntos de cada candidatura al anunciar el pase a la final de los artistas de las semifinales: al estilo del propio Eurovisión, Benidorm anunciará los nombres de los clasificados, pero no hará todo el paripé de la entrega de votos seccionada, evitando así varias cosas: que la final tenga menos intriga que un capítulo repetido de ‘Se Ha Escrito Un Crimen’, que el jurado participante tenga que sufrir la ira eurofan durante más días de lo debido y que la gala tenga un bloque de puntos que la alargue hasta las tres de la madrugada. Y aún así, veréis como la alargan con cuatro actuaciones de Al Bano y Sergio Dalma.
La próxima edición contará con Rayden, Pablo Cebrián y Tony Sánchez-Ohlsson como asesores para la elección de canciones, pero a ellos se sumará también Beatriz Luengo, que por ende ya no será después parte del jurado, como lo fue en la edición de 2023 cuando le dio por imitar a Buika en un momento de apuro con un puñado de señores de 35 a 40. Lo cierto es que la elección de asesores garantiza, en general, que las canciones pasen un filtro de gente con recorrido, talento e idea de lo que están juzgando.
Veremos si el nivel se mantiene y cómo afecta toda la terrorífica edición eurovisiva de 2024 a los ánimos de los artistas patrios por acudir a la siguiente.