Es curioso que en 20 años, un nombre tan a la babalá como Ruslana haya pasado de recordarnos a una vikinga que ganó Eurovisión a latigazos a una muchacha adolescente a la que no ganar ‘OT‘ le sentó como otro latigazo similar. Ruslana llegó a la final -de lo contrario posiblemente estaríamos viendo ahora piras de discos de Buika en varias ciudades Canarias y tras publicar un primer single en el que trabajó en la Academia -‘Las Chicas Malas Desafinan‘ (well)-, se presenta ya oficialmente con ‘Lokademás‘.
Y a Dios gracias, volvemos a ver un step up de los concursantes de este año. Sólo que con Ruslana se está poniendo tantísimo empeño en centrar su imagen en ser la versión tinte fantasía de Amy Lee que alguien se está olvidando de trasladar después ese espíritu a los temas. ‘Lokademás‘ está bien, tiene su punto, pero creemos que el punto está muy alejado de lo que Ruslana cree que es el punto.
La imaginamos escuchando esta canción con la creencia de que su mood es el de estar sobre el Isle of Wight rompiendo guitarras contra amplificadores, mientras saca la lengua al público, hace un gesto con el dedo índice y meñique hacia arriba y corre al backstage para recibir un abrazo de Marylin Manson, que ha flipado con su show. La realidad es que ‘Lokademás‘ tiene más de esta sobre el escenario del Primavera Pop comiendo un Sugus, sacandole la lengua a su manager en gesto cómplice, con el dedo índice pidiéndole al de sonido que le suba el in-ear mientras corre al backstage a beber un Tang y recibe el abrazo de Marilia Monzón, que realmente no la conoce demasiado pero sabe que también sale de la Academia.
‘Lokademás‘ tiene todo lo pop de las canciones de la era Hollywood Records de Demi Lovato mezclado con el sonido pop-rock de la Samuraï más de ahora, con todo siendo bien machacón y potente para disimular el hecho de que realmente, un poco más limpia, podría servir de cabecera de ‘Cambio De Clase’.
Ruslana, en cualquier caso, tiene algo privilegiado: el morro que le echa, que puede ir a más y puede ser lo que la mantenga por encima de la moda que les dará trabajo por 18 meses. Veremos si lo sigue explotando y consigue afianzarse.
Será tu rollo si: alguna vez pensaste en teñir al gato de lila; no tienes problema en llevar un calcetín de cada; le llamas ‘smoky eye’ a untarte la sombra de ojos con el dedo.