El 22 de mayo Katy Perry se cambiaba la foto de perfil de sus redes sociales a un nuevo logo, retro-futurista noventero, con las siglas ‘KP‘. Después de meses de dimes y diretes sobre su regreso, el final de su contrato con ‘American Idol‘ y el cierre de su residencia en las Vegas le facilitaba, por fin, hacerlo realidad en condiciones. Pero pasadas dos semanas, un logo es todo lo que teníamos… hasta ayer.
Ayer Katy Perry hizo una pre-escucha de su nuevo álbum para algunos medios. Estrenó ocho canciones de su nuevo disco y, como es lógico, las reacciones de cada medio no han tardado en llegar. Reacciones, todas ellas, especialmente positivas. Se habla de este proyecto como el gran comeback de Katy Perry. Una vuelta a la forma después de un par de álbumes que no interesaron excesivamente al público. Pero, ¿le viene toda esta campaña realmente bien a Katy Perry?
Por un lado sí: el fracaso o éxito de un disco llega, en ocasiones, mucho antes del propio lanzamiento. Lo decíamos con Dua Lipa, que era imposible remontar ‘Radical Optimism’, porque el público ya se había formado la opinión de que el proyecto formaba parte de su era ‘flop‘, incluso mientras ‘Houdini‘ estaba funcionando en condiciones. Al disco le costará, salvo milagros de última hora, llegar al millón mundial: acumula ahora 392.000 unidades y en mercados como el americano, está ya fuera del top50.
Con Katy Perry la jugada es justo la opuesta. Si se genera la opinión de que está en su mejor momento y el público la asimila, el proyecto tendrá mayores visos de funcionar a nivel comercial. Katy lo tiene fácil, además: mientras estaba en silencio discográfico, varios de sus temas se viralizaron en TikTok, convirtiendo un flop como ‘Harleys In Hawaii’ en un hit a largo plazo, inflando los resultados de ‘Wide Awake‘ o dando mayores alas a ‘Dark Horse‘ o ‘Hot N Cold‘. Hay una generación tiktoker que la ha colocado en su mapa justo a tiempo de verla regresar a las grandes ligas.
¿Pero, qué han dicho los medios sobre KP6?
El vídeo más compartido en redes sobre la reacción al álbum es el de una productora de Entertainment Today que afirma que “de los ocho temas escuchados, ocho son bops”. Asegura no poder decir nada más, pero también que la gente “no está preparada para estos nuevos temas”. Billboard ha denominado la pre-escucha como el ‘The Emancipation Of Mimi’ de Katy Perry. Otros medios dicen del disco que “será uno de los mayores comeback de la historia”, que “la reina del pop está de vuelta con su mejor trabajo hasta la fecha” y que “tiene bangers que te volarán la cabeza, detruirán tu álma y te volverán loco”. Y aquí es donde hay que tener cuidado: lo hiperbólico de la respuesta puede tener un efecto boomerang.
Katy está allanando el terreno, está claro, y plantando la semilla de algo que le funcione y rompa su tendencia a la baja. Pero si el público está esperando auténticas bombas, si se le mete en la cabeza que lo que están a punto de ver es el gran retorno del siglo, y después la canción se queda en algo funcional pero no espectacular, el backlash puede ser tremendo también.
Que se lo digan si no a Lil Nas X, que trató de construir el camino a su segundo álbum con una estrategia similar y la salida de su lead single nos dejó con cara de “¿y esto era lo que él creía que lo elevaría al Olimpo?”. Hay que estar absolutamente seguros de lo que se viene para vender la piel del jabalí antes de cazarlo. Y sí, esto es una referencia a Asterix.
Eso sí, si ha convencido a grandes medios -que ya es un paso importantísimo para que sirvan de aval al comeback-, también es probable que Katy Perry llegue con un acuerdo de radios -no sería la primera vez, recordemos que invirtió un dineral en la era ‘Roar‘ para garantizar su apoyo, una estrategia que es legal en Estados Unidos-, por lo que confiamos en que tenga todo bien atado para que tanto hype y tanta reacciones entusiasta acabe también contagiando al público.
Lo que está claro es que queda cada vez menos para su regreso. Y así debe ser: no podemos pasar un mes entero con el único clavo ardiendo de un logotipo plateado.
