Dani Dicostas tiene ahora un apellido. Vaya, que tenerlo lo habrá tenido siempre, suponemos. La única persona en el mundo que oficialmente no tiene apellido es Cher. En serio, su pasaporte la cita como Cher, sin nada más. Pero claro, Dani sin apellido era un poco más confuso. Podríamos estar hablando de Minogue, de Martín, de Rovira -Dios no lo quiera, es 2023-… y necesitaba un punch extra. De modo que en esta nueva era tenemos a Dani Dicostas.
Y se presenta con su personal ‘Look What You Made Me Do’. Su momento “she’s so crazy, love her”. Su pérdida de papeles que en realidad tampoco implica perderlos, por eso la referencia swiftie. “Made me do” what? Pues eso pasa un poco aquí. Dani se porta mal, pero realmente pidiendo una Fanta de limón por favor y gracias antes de ponerse a dar saltos.
Y así, Dicostas se presenta en Benidorm en el mejor momento para rodar un vídeo -el final del verano- y el peor para ser asediada por una manada de eurofans que se pasarán ahora tres meses preguntándole si su presencia allí es un ‘guiño, codazo‘, al Festival del mismo nombre. Dani se pasea por la ciudad, sus salas de juego, su playa y sus carreteras pasandose los protocolos por el forro: vestida de peluche gigante haciendo las delicias de cualquier fan del K-Pop que, por una vez y sin que sirviera de precedente, decidió salir de su habitación, o con un lazo enorme en mitad de la playa porque alguien tenía que hacer un cosplay creíble del pelo de Guerrero Venus.
‘Yo Tambien Me Porto Mal’ la hace virar hacia el pop-punk, un poco como si Olivia Rodrigo trabajara para Subterfuge, un poco como si la Aitana de ’11 Razones’ tuviera alguna idea de lo que estaba haciendo en algún momento de aquella promo. Sí, hemos perdido un poco la chispa de los primeros álbumes, donde todo era más electrónico-dream-poppy-whatever para pasar a algo más predecible de la chica cool indie patria estándar, pero oye, tal y como diría el icono pop y reputada antropóloga Aramís Fuster: “dejadme ser divertida”.
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Será tu rollo si: tu plan de verano ha sido ‘improvisar’ un viaje ‘loquísimo’ con una amiga a Málaga, coleccionas Funko Pops y no los sacas de la caja, sientes nostalgia por el tipo de abuelas que tejían jerseys.
