Rauw Alejandro se quejaba hace unos días amargamente por Twitter de que Twitter estuviera Twittificando. Es decir, de que la gente estuviera rajando sobre su ruptura con Rosalía. Un tema que, a priori, debería haber quedado para su intimidad, pero claro, aquí ha habido una jugada por parte de ambos en la que su relación ha sido parte de la narrativa del producto. Algo que tocó techo precisamente con el lanzamiento de un EP conjunto que ahora tiene cierto sabor agridulce.
Rauw se quejaba porque Twitter estaba haciendo conjeturas sobre lo que era verdad y lo que no en lo que ambos habían comentado cuando confirmaron su ruptura. Principalmente, lo más discutido fueron las fechas: el cantante aseguraba que la pareja llevaba unos meses separada, pero claro, eso provocaría que Rosalía hubiera estado haciendo el paripé y la pantomima durante las semanas de promo de ‘Tuya‘, en varios conciertos y en algún programa televisivo, jugando al despiste con que la relación seguía.
Las aguas se habían calmado ya, básicamente porque un señor decidió descuartizar a su sugar daddy en Tailandia, porque la mitad de las parejas famosas han roto en cuestión de semanas y porque Ariana Grande había montado un follón con su nueva relación y la ex-novia del mismo. Y justo cuando nadie estaba ya poniendo los ojos en Rauwsalía, aparece ‘Hayami Hana’.
En ella, Rauw Alejandro pone los puntos sobre las íes en un soporífero corte de más de 5 minutos que parece sacado de los descartes -de canciones rechazadas, no del filósofo- de Delafé y Las Flores Azules. Asegura que no ha sido infiel, deja claro que fue ella quien dejó la relación y abre la veda a nuevas especulaciones del fandom (“yo también tus cosas tengo que aguantarme”, “aunque lejos te me fuiste, me quedé”…) y vuelve a convertir toda esta ruptura en una portada de Lecturas en toda regla.
La canción es una declaración de amor, tremendamente cursi pero declaración, en toda regla, pero claro, uno no deja de pensar hasta qué punto se puede ya vivir en una urna de cristal y pedirle a todo el mundo que no mire lo que hay en el interior.
