Con la llegada del viernes, llegan a nuestros oídos los lanzamientos musicales para el fin de semana, y uno de los que más esperábamos -Dios sabe por qué-, era el dúo entre Mariah Carey y YG que se filtraba ayer para desesperación de algunos fans y alegría de otros, pero que hoy ya están en todas las plataformas legales disponible a la escucha y compra.
Ahora bien, habiendo escuchando el tema, que sigue siendo la misma canción de siempre de Mariah Carey, esa que lleva editando desde 2002 una y otra vez, nos preguntamos: ¿es esto peor o mejor que ‘Infinity’, aquel espantoso single que presentó un grandes éxitos fallido en 2015?
Vamos, a ver, analizándola con calma y después de varias escuchas, diremos que no, que no es peor que aquello, pero muy por los pelos. Al menos en ‘I Don’t’ se ve una intención de Mariah Carey por generar varias partes memorables durante la canción, como dando la sensación de que existen varios estribillos, aunque el real deje bastante que desear.
Lo malo del tema empieza en esa producción de Jermaine Dupri que intenta acercar a Mariah más al trap que al R&B y que termina dejándola en ridículo: la melodía de la canción no va nada acorde con esos beats acelerados que se han empeñado en cuadrarle en medio. Por otro lado, mejor eso que una intro de cuerda hortera como en ‘Infinity’, para después no sacarle provecho alguno.
La letra tampoco es mucho mejor que aquella que decía “boy you acting so corny like Fritos”, pero no es sonrojante. Aunque mientras la canta sí que hay algo que nos llama la atención: que a Beyoncé le funcione eso de frasear con tono grave más cerca del hip-hop no significa que lo puedan hacer todas. A Mariah, por ejemplo, no le queda bien, porque por muy empeñada que esté en situarse en la misma liga que Beyoncé, sigue en la de Celine Dion, que es otra liga fantástica, pero hay que saber jugar en ella.
Mariah ha llevado a cabo composiciones estupendas a lo largo de los años, pero seamos claros, es una compositora melódica. Se maneja estupendamente en el pop, se maneja muy bien en el R&B, pero no puede seguir queriendo componer para los de 40 y producir para los de 20. Porque ni sabe, ni debe.
‘I Don’t’ no es peor que ‘Infinity’, pero no es mejor que sus últimos fiascos, y jamás pisará Billboard con esto. Mariah necesita cambios, y todo el mundo lo ve menos ella: cambios en la dirección musical, cambios en los productores, y en todo su equipo. Por Dios, no habrá gente haciendo R&B impresionante en los últimos años como para que ella siga sonando así de caduca.
Nos duele decirlo, pero Mariah está en el peor momento de su carrera. Es hora de subir ‘Glitter’ a Spotify, porque en comparación, aquel 2001 fue un absoluto highlight.