The Small Conception ha subido un reels orgullosa del proceso de sanación que ha vivido en los últimos años respecto de su salud mental. Explica Lil’Shell que hace años se hablaba fatal, que llegó a acomplejarse muchísimo porque la llamaran cursi y moñas y que incluso se le pasó por la cabeza que, cuando tuviera un hijo, este ser avergonzaría también del caracter de su madre.
Pero resulta que ahora que Shelly tiene un hijo -de ahora 5 años-, la sensación ha sido completamente la opuesta: al pequeño se le ocurrió invitar a sus amigos al último show que Conchita ofreció y le hizo enviar un mensaje al resto de familias del aula del pequeño invitándolos a ir. Y lógicamente fueron. Y al día siguiente, el pequeño se sintió tan orgulloso de The Little Birthgiving que a ella le sirvió también como un enorme chute de autoestima.
Una historia preciosa que ella cuenta con más detalle en el reel que a continuación os compartimos, pero que nos choca en un punto. Cuenta ella que no se siente identificada con las opiniones del resto cuando la definen como, insisitimos, cursi y moñas.
¡Pero claro que Conchita es cursi y moñas! ¡Por eso es Conchita! Pocas cosas hay más moñas que un buen baladón de Conchita y más cursis que un uptempo suyo. ¡Pero si es la autora de clásicos como ‘Tonta‘, ‘Las Ocho Y Diez’ o ‘No Soy Yo, Eres Tú’!. Es que todo su proyecto se basa en ser cursi y moñas porque es lo que le gusta a su público. Igual que Camela suenan a barraca. Y Sabina a señoro. Será muchas más cosas además de cursi y moñas, pero cursi y moñas es. ¡Hay que reivindicar ser moñas! ¡Álex Ubago es moñas! ¡Alejandro Sanz es moñas! Pero si hemos tenido 25 años de industria musical español intentando ser más moñas que el anterior moñas. ¡Abracémoslo!
Cada artista tiene su aquel y con todo y con eso, desde luego nos alegramos de caminos como el de Lil’Shell. Os dejamos con la historia completa, que os tocará más la fibra aún si tenéis enanos por casa.