Condenado a prisión un señor francés que ha vendido discos de Taylor Swift. Sinceramente, ya nos parece bastante motivo para ir un tiempo a la sombra. Nos da igual qué disco haya vendido. Si es el primero, deberían caerle más meses. Pero motivos había para ir a prisión. De hecho, si por nosotros fuera encarcelaríamos a todo el personal de Fnac y a las drag queens que atienden en la zona de música de ‘El Corte Inglés’.
Pero la noticia realmente va más allá, no es que el señor francés, al que llamaremos Al Izée, se haya ido a compartir vivencias con Isabel Pantoja por haber vendido discos de la reputada cantautora y autora de novelas de misterio como ‘Las 124 Pistas Ocultas En Mi Última Fotografía de Instagram’. No. Es que Al Izée había estado trapicheando con copias de ‘Speak Now (Taylor’s Version)’, que aún no está siquiera a la venta.
El disco llegará a nuestras manos el 7 de julio, si una extinción masiva no lo impide antes. ¿Y cómo es que Monsieur Al Izée tuvo en sus manos no una, sino hasta 10 copias del trabajo? Pues porque resultó que el hombre trabajaba desempacando vinilos, y en el proceso, varios discos de ‘Speak Now’ cayeron de la caja y decidió llevárselos a casa. No sólo eso, sino que además los puso a la venta por 50 euros. Un negocio que también es de tener pocas luces (Al Izée’s Version).
Según parece, el señor fue entregado por una persona que trabaja en recursos humanos en MPO France y ha sido condenado a varias cosas: ocho meses de prisión y la devolución de todo el dinero a la empresa fabricadora de vinilos -con intereses a decidir por una auditoría-. MPO France ha lamentado la situación, sobre todo por que se arriesga a que Universal se rebote y les retire el contrato para irse con otra empresa.
En fin, estos franceses. Primero nos tiran la fruta, luego intentan colarnos a M. Pokora y ahora se ponen a vender discos ilegales de Taylor Swift. Ojalá los discos fueran ilegales en realidad, lo que fue ilegal era la acción en sí. El hombre, por cierto, tenía antecedentes por fraude y robo. ¡A ver si el hombre era realmente Ticketmaster!
