Cuando Ana Guerra publicó ‘Ni La Hora’ tras su salida de ‘Operación Triunfo’ y el éxito de ‘Lo Malo’, ya vimos venir el primer juguete roto de la nueva hornada de triunfitos. En medio de aquella histeria social, la canción funcionó pero era lo que era. Incluso Ana, pasado el tiempo y volcada ya en sus proyectos más recientes, seguramente sepa que era lo que era.
Hace unos años analizábamos cómo Ana podía seguir sobreviviendo al tsunami de ‘OT‘ y la canaria ha apostado por una de aquella fórmulas que teníamos en mente: apostar por un público más adulto. Ha sacrificado a gran parte de su público inicial, pero gotita a gotita, single a single, ha ido dando forma a un proyecto que ahora, en 2023, es perfectamente comprensible. Y le toca afianzarlo a poquitos.
La cantante ha ofrecido una entrevista a Yasss en la que hablado del día en el que se sentó con su equipo de la discográfica –Universal Music todavía hoy- y le dijo que el disco que había grabado no quería publicarlo:
“Fue un momento complicado. (…) Te reúnes con todo un equipo que además va a esta reunión a escuchar tu disco y le dices: “no, espérate que no lo vamos a escuchar. Bueno, si lo queréis escuchar escuchadlo, pero yo quiero tirarlo a la basura”. (…) Me senté en el piano, toqué una de las canciones que luego estuvieron en ‘La Luz Del Martes’ y dije: “esto es lo que yo quiero hacer y esto es lo que yo quiero ser en la música”. (…) No había llegado a componer nunca. Entonces, cuando tú compones es cuando realmente sale lo que tú eres y me llevó unos años tirarme a la piscina, a componer.”
La artista cuenta que lo pasó fatal, pero también que el sello no le puso especiales problemas cuando quiso cambiar de rumbo. Y es que contaba con cierta ventaja: el hecho de que su primer álbum, ‘Reflexión‘, no había funcionado como la propia Universal pudo haber esperado. De modo que le dieron luz verde, según cuenta Ana, a lo que después sería ‘La Luz Del Martes’:
“Me iba en un momento, no me iba en un momento álgido de salir de Operación Triunfo, que tú dices, bueno, pues ahí supongo que habrá muchas más puertas abiertas. No, me iba en un momento donde la espuma ya había bajado y había que mantenerse. (…)
Yo lloraba y lloraba… y me dijeron: “pero hija, no llores, ¿cómo te vamos nosotros a obligar a hacer algo que tú no quieres?” Y yo me quedé así. Dijeron: “claro, si tú mientes al público, nosotros tampoco vamos a ganar dinero porque el público no es tonto”. ¿Tú quieres hacer esto? Vamos allá.”
Con apenas un mesecito de permanencia en listas, el álbum tampoco es que fuera un éxito comercial para Ana, pero los álbumes de choque como este rara vez lo son. Hay que pensar en ellos, en realidad, como un plan de reinicio: ha pasado el momento álgido de fama, se planta frente al público con otro estilo… habrá que darle un margen de tiempo mayor a su proyecto. De hecho, es posible que Ana se la juegue más con un tercer álbum que con aquel segundo.
Y aún y con esas, la canaria se ha afianzado por encima de muchos compañeros que parecían ir a tener mejor destino: sigue firmando conciertos de forma solvente, continúa con presencia mediática bastante digna… si echamos un ojo a los artistas de su edición de ‘OT‘, comprobaremos que, en el fondo, ese nuevo comienzo no ha estado tan mal dirigido.
Sí, ha sido todo mucho más Cadena Dial, pero como también dice Ana en el vídeo de la entrevista “pensábamos que no sonaría en radios y sonó mucho más de lo que creimos que lo haría”.