Qué fantasía es cuando las bandas de pop se meten en jardines que ni el de rosas de Duncan Dhu -el grupo ochentero español, no el componente de Blue-. El último en podar esas petunias ha sido Brian Littrell, de los Backstreet Boys, que ha provocado un altercado de tintes hilarantes que ha acabado exponiéndolo a él y a su mujer como dos auténticas Karens.
Resumen de los acontecimientos: Brian y señora están pasando unos días en la playa, en una casa que tiene zona de playa particular donde el resto de la humanidad no puede poner sus cosas. Sí pueden, eso sí, pasar por la zona pegada al agua para poder trasladarse de un lado al otro. Privada, pero no demasiado.
De pronto, los Backstreet Karens ven a gente tumbada en lo que ellos consideran que les pertenece como terreno. La mujer de Brian se acerca a esa gente, mientras él ejerce de perfecto calzonazos al fondo, y los intenta convencer -de forma bastante chulesca- de que están en terreno privado. “Llama a los agentes, entonces”, le dicen los que están tumbados en la arena a los Backstreet Karens. Mientras tanto, la mujer, tan subidita que por altura parecería estar en la gala drag canaria, lanza besos a cámara e incluso intenta quitarles el móvil al verles grabado.
Y efectivamente, la pareja acabó llamando a la policía. Y efectivamente, la policía los dejó en ridículo, señalizándoles donde terminaba su terreno -aparentemente marcado con una línea- y explicándoles que la gente a la que estaban acusando estaba completamente fuera de ese terreno.
Un maravilloso ridículo que por supuesto, ya está ocupando timelines variopintos en redes sociales, aunque mucha de esa gente lo está compartiendo sin darse cuenta de que el matrinonio es, en realidad, el de uno de los Backstreet Boys.