¿Recordáis cuando a Renée Zellweger mereció un Oscar por ‘Chicago‘ pero terminaron dándoselo por ‘Cold Mountain‘ para compensar, a pesar de que su papel consistiera en hacer de Carmen Machi? Pues a Melody Thornton acaba de pasarle algo parecido.
La Pussycat Doll que tuvo más visión de negocio, negándose a sumarse al comeback de la banda en 2019 -evitándose así meses de promo para absolutamente nada-, mereció ganarse un standing ovation en aquella gala de los AMA en 2006, cuando intentó imponerse a Nicole Smellsweird llevando los ad-libs de ‘Buttons‘ a un hilarante absurdo, pero el público no supo valorarle la desafinada fantasía. La gente se ha rendido finalmente a los pies de Melody, aunque haya sido a destiempo, 17 años después de aquel momento estelar, aplaudiéndola en pie en el AO Arena de Manchester.
Miles de personas se levantaron a ovacionarla después de su actuación en el ‘Big Night Of Musicals’ organizado por la BBC, donde Thornton se presentó como parte del elenco actual de ‘El Guardaespaldas’. La obra, que también se ha realizado en España con protagonistas como Chanel -intérprete de clásicos como ‘Toke (Si T’Es OK)’-, está actualmente de gira por todo el país con Thornton como protagonista principal. Y vaya si tiene los méritos suficientes para hacerlo.
En la gala intepretó ‘I Will Always Love You’, que es una canción complicadísima de cantar con gusto y a favor de obra: siempre se tiende a adaptar o a sobrecantar. Sin embargo, Thornton se marcó una performance absolutamente on point, cantando a favor de la canción y el personaje, en vez de a favor de sí misma. Lo que paradójicamente, termina dejándola a ella en el lugar en el que la dejó: el de merecer que el público no tardara ni dos segundos en levantarse a aplaudir, mientras ella llevaba a cabo el microteatro de estar emocionada sobre el escenario.
Aunque en realidad podía estarlo verdaderamente. Melody pasó a la historia del pop como alguien con una grandísima voz pero un control regulero y casi dos décadas después ha venido a dar un golpe en la mesa. Uno con el que la ha partido por la mitad.
