En España tenemos el drama de las Flos Marie, con su promesa a un Dios que tampoco es que les hiciera demasiado caso originalmente, y en Estados Unidos tienen el drama de Joshua Bassett. Pongamos un poco la situación en contexto:

  • Joshua Bassett es actor de ‘High School Musical: The Musical: The Series: The High: The School: The: ‘.
  • Es también el ex-novio de Olivia Rodrigo y aparente motivación de ‘Drivers License’.
  • Poco después de aquella polémica, el actor y cantante sale del armario como ‘parte del colectivo LGTBIQ+’, se entiende que como bisexual, aunque no lo aclara.
  • Tras su statement, se bautiza en la Iglesia Bethel, popular por sus terapias de conversión y su política anti-LGTBIQ+.

Y eso nos lleva más o menos al momento actual. El cantante está en el foco tras unas cuantas acciones que digamos lo dibujan en un perfil bastante cucurrucucú, paloma. En los últimos Premios Kids’ Choice, subió al escenario convertida en la mismísima Sor Bernarda de Los Arcos, diciéndole a los niños que “si han perdido la esperanza, hay un Dios que los ama”. Que “su promesa es paz y su testimonio, su salud”.

Esto que parece sacado de un sketch de ‘SNL‘ ocurrió totalmente en serio durante la última gala de los premios de Nickelodeon. Desde luego, su testimonio será su salud, pero claramente no la mental, que no parece estar pasando por su mejor momento.

Después de la misa del otro día, Joshua Bassett ha vuelto a los titulares de la prensa internacional a causa de un reciente concierto en Vancouver, donde decidió pasearse por los palcos del local. No entrando por la puerta, sino subiendo por la zona de las barandillas, a un altura más que notable, sin ningún tipo de seguridad ni agarre. Que uno, Joshua, puede creer en Jesucristo -hermano de Ángel, imaginamos- como salvador, pero lo mismo en el momento le pillas liado tratando de solucionar lo de Somalia, por ejemplo, y no está el hombre para estar pendiente de tus malabares.

Y claro, luego intenta solucionar eso con el sistema de salud americano. Que estarás en Vancouver, amor, pero eres de California.

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