Dejad inmediatamente esos Bollycaos sobre la mesa y guardad las 72 pegatinas de regalo en cada uno que habéis abierto hasta el momento. No es necesario que sigáis comiendo por la ansiedad de ver que Aitana ha pasado página de su era pop-punk. Primero porque tenéis todavía ahí a Gayle o a Billie Eilish cuando le da por trabajar para poder seguir con el rollo. Pero si lo que echáis de menos es un buen petardeo de minifalda de cuadros en español, pero sin atisbo de celiaquía, también haya calma: Nerea Rodríguez ha vuelto y lo ha hecho con un pequeño bop del estilo. Efectivamente, abandona el pop-rock algo dull de sus anteriores singles, se pone las pilas repletas de fosfatos y gluten y publica su nuevo single, ‘Malibú‘. Y uno, según la escucha, se da cuenta de dos cosas: qué bien nos hace un estribillo pegajoso, y qué ganas había de que el verano también se dejara notar en lanzamientos así.
Nerea ha vivido días de cachondeo por su campaña en TikTok para vender la canción, que básicamente se resumía en que este tema valía para todo. Si estabas enamorado a distancia, si estabas colado por no sé quién, si tu gato era tuerto, si tenías un curso de alfarería a las siete y te daba pereza ir porque se estrenaba el capítulo de ‘Naruto‘ en no se qué plataforma a esa hora. Fuera como fuere, la canción de Nerea era para ti. Pues resulta que sí. Resulta que lo es, porque como diría Aramís Fuster: dejadla ser divertida.
Nerea ha llegado con ganas de romanticismo cachondo y petardo, con ganas de sorber un batido mientras recorre un carril bici en patines y un señor no cesa en tocar el timbre de su Mountain Bike porque está a punto de atropellarla, con ansias de vestirse de Kelly Kapouski y celebrar una fiesta dosmilera con un outfit súper anacrónico. El tema de Nerea se adapta a cualquier cosa.
Y una cosa os digo: ahora que nos hemos quedado sin representante oficial del punk-pop: con un par de mechas y aesthetics un poco más al hilo, tenemos en Nerea Rodríguez una candidata estupenda para el puesto.
