¿Recordáis cuando en aquel ‘Deluxe’, Aramís Fuster, increpada por cada costado por los colaboradores, les decía “¡dejadme ser divertida!”? Bueno, pues podríamos aplicar la fórmula inversa al comeback de Will Young. ¿Puede alguien dejarle estar triste sin tener que bailar? ¿Puede simplemente estar de bajona? Ni que fuera algo nuevo: la era ‘Let It Go’, la de su cuarto álbum de estudio, trataba precisamente de eso. Todo era relajadito y tristón. Casi todo. ¿Cómo hemos llegado entonces al punto actual, en el que el artista vuelve con ‘Why Does It Hurt’, una canción tristona disfrazada de club anthem?
La más problable respuesta es la de culpar a la era ‘Echoes’: un quinto álbum que lo llevó hacia la música más bailable, que por aquel entonces combinaba muy bien con su propuesta y que funcionó muy bien (le dio su último hit contundente, ‘Jealousy’) y que desde entonces ha sido una esquema que ha revisitado mucho, especialmente en ‘Lexicon’, que parecía el hermano pobre de aquel proyecto. Y ahora, cuando está celebrando sus 20 años de carrera y tiene un ‘Greatest Hits’ entre manos de cara al mes de mayo, trata de repetir fórmula de nuevo.
Y en ‘Who Does It Hurt’ no chuta. Porque ya no es que la melodía o la letra sean tristes, es que está interpretada de bajón. Se nota en la voz. En el tono. Es una canción triste que no agradece el trato de melodrama pop. Y eso que el melodrama pop le viene de lujo a muchas composiciones, pero no a esta. Esta hubiera agradecido más un tono más oscuro, más orgánico y menos entregado a las manos de un DJ para posterior remezcla. Will Young lleva veinte años en activo, pero también diez rizando el rizo del sonido pop bailable y no se le adecúa bien a todos los temas. Y es que cualquiera diría que no ha tocado otros palos en su carrera: a estas alturas agradeceríamos más un brote retro como el de ‘Love Revolution’, un buen baladón que es marca de la casa, o una electrónica oscura a lo ‘Like A River’.
Cualquier cosa que nos saque del club ibicenco a las seis de la mañana, cuando ya estamos con la mente más puesta en la cama que en la pista. Al recopilatorio le queda aún otro tema extra por estrenar, de modo que crucemos los dedos para que la producción no siga por el mismo camino.