Si Ella Baila Sola hubieran sido concebidas en esta década, claramente hubieran sido bastante distintas. Posiblemente se hubieran vestido de aldeanas de una zona soriana despoblada, hubieran reclamado sonidos celtas y los hubieran mezclado con el trap y el italodance y hubieran armonizado, porque de lo contrario nada las ataría al proyecto original, pero entre susurros. Todo muy susurrado, como con un miedo perenne a despertar de su siesta a un bebé imaginario.
De modo que lo más cercano que vamos a tener a esa idea es lo nuevo de Vicente Navarro, ‘Marchar’, que llega con el apoyo de otro icono del folk-modernista, Rodrigo Cuevas. La pareja coge ritmos rurales, melodías tradicionales y las enmarca en una base entre el pop y el trap, continuando con la vertiente más urbana que pudimos ver en el primer disco de Navarro, ‘Casi Tierra’, que por cierto era la más acertada del proyecto. Con lo que esto es un buen disparo de cara a una segunda era.
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Los chicos susurran, cantan sin grandes alardes -y eso que ambos tenían rango del que tirar, que igual se hubiera agradecido en la parte final del tema-, y envuelven el tradicionalismo de unas ganas de bailar suavemente en mitad del salón, como imaginariamente colocados con los efluvios de la piel de un sapo recogido de una laguna de Villacerceda Del Caudal, absortos por completo en el estribillo de la canción.
Y el vídeo ayuda a esa sensación, porque es una especie de ‘All The Lovers’ de la España vaciada. Gente en bragas amontonándose en torno a señores con faja. Nuestro Midsommar hipster. Más aún si cabe. Vicente Navarro es nuestra Kylie Minogue, rodeado de montañas de personas que se tocan, que corren alrededor como si esto fuera ‘Mamma Mia’ en el número de ‘Voulez-Vous’ y los dos intérpretes intentan mantener el decoro y la pose en mitad de semejante bacanal artística.
Marta y Marilia nunca hubieran conseguido mantener las formas. Para el minuto tres del tema ya estarían a hostia limpia, posiblemente. Esperemos que lo de Vicente Navarro dure más que el comeback de las chicas: su nuevo proyecto empieza con buen pie.
