Si no habéis visto el reencuentro de los actores de ‘El Príncipe De Bel-Air’ en HBO Max, os lo recomendamos fervientemente. Incluso si no fuisteis grandes seguidores de la ficción, porque enmarca muy bien lo que supuso en su estreno, es emocionante, ágil y sana viejas heridas. Es el punto de nostalgia que la serie de los noventa necesitaba en 2022. La que igual no necesitaba en tanta medida llegará a Peacock el 13 de febrero: el reboot de la serie producido por el propio Will Smith.
Lo que es la versión deprimente de ‘El Principe’, titulada ahora simplemente ‘Bel-Air’. La serie pierde su componente de comedia y se transforma en la enésima ficción repleta de gente pija en lugares lujosos. La nueva ‘Empire’ sin la banda sonora hortera. Y eso que todo es más o menos igual que en la original: el nuevo Will efectivamente vivía al Oeste en Filadelfia, no hacía mucho caso a la policía y se metió en un lío jugando al basket con amigos. Sólo que el lío, en 2022, es bien gordo. Incluye pistolas, matones y una policia a la que no se engaña usando un spray como desodorante.
Al igual que en los 90, Will tiene que irse con su tío Phil y su tía Viv a vivir a una mansión en Bel-Air, pero esta vez para evitar que lo asesinen en un ajuste de cuentas. Allí se encuentra con Hilary, que ahora parece salida de ‘Gossip Girl’, con una Ashley probablemente TikToker y un Carlton que, así de primeras, no parece estar dispuesto a mucho bailecito a ritmo de Tom Jones.
Mucho enfrentamiento socio-cultural, mucha problemática racial y la narrativa central de evitar que a este Will Smith se lo carguen unos matones. ‘El Príncipe De Bel-Air’ se anunció como drama en su comeback, pero madre mía si ha llegado cargadito. Veremos cómo acoge la crítica este spin tan para el público de un instituto bien.