Por 25 céntimos de euro, discos que las estrellas del pop desdeñan después de grabar, for whatever reason. Ya, que por 25 céntimos no vais a hacernos el favor de decir nada, porque somos todos pobres, pero no tanto. De modo que os vamos a dar nosotros los nombres y os invitamos a un café cuando queráis. ‘Glitter’ de Mariah Carey. ‘Chicas Malas’ de Mónica Naranjo. Cualquier álbum pop de Lady Gaga.
Efectivamente, porque si creíais que sólo le tenía cierta tirria a ‘Artpop’, resulta que la cantante acaba de desvelar que también se la tiene a ‘Chromatica’. Lo ha hecho en su última entrevista para Vogue, pero las cosas como son, podíamos intuirlo sin que lo confirmara abiertamente. Es decir, ¿un disco que se lanza y funciona bien comercialmente, pero se deja morir sin singles ni promo de ningún tipo? Tras la salida del disco, lanzó ‘911’ porque algo había que lanzar, hizo una actuación y si te he visto no me acuerdo. ‘Chromatica’ pudo haber sido su revival pop sin concisiones, la recuperación del espíritu de la primera Lady Gaga, y se quedó todo en un coitus interruptus en el que el único amago de orgasmo fue su publicación durante la pandemia y la alegría que nos dio mientras estábamos encerrados. Porque efectivamente, ‘Chromatica’ es un buen álbum.
“No creo haber estado nunca peor que cuando estuve grabando ‘Chromatica’. Me cuesta muchísimo escucharlo. Se me hace duro cantar esas canciones, no porque no sean temas fantásticos. Es porque vinieron de un lugar muy, muy oscuro en mi corazón. No quería seguir siendo yo. No tenía la capacidad de entender qué más era capaz de hacer como persona. No me valoraba en absoluto. Pero lo hice igualmente.
El otro día le comenté a un amigo que ahora, cada vez que paso por un mal momento, me digo con una sonrisa “sí, es algo malo, pero es peor estar pensando en acabar con tu vida diariamente”. Por eso apuesto siempre por ser alguien que habla de salud mental, de amabilidad, de compasión y validación. Creo fuertemente que el universo me ha hecho parte de esta historia para que pueda hablar de esto con el mundo.
Bueno, ya se que no es el mundo, es quien me esté escuchando. El mundo no tiene ni idea de lo que hago, ese no es el punto. El punto es que alguien estará escuchando. Y a ese gente me dirijo: os quiero, y si estáis sufriendo, sabed que las cosas irán a mejor.”
Por puntos: hija, de verdad. Es que no hiciste un paripé similar ni cuando le dedicaste un disco a tu tía la muerta. Un poco de mesura, mujer. Que sí, que el álbum lleva bastantes temas personales a la pista de baile, pero de ahí a montar el paripé de “oh, no puedo escucharlas”, “me cuesta trabajo cantarlas”… de verdad, cómo son los problemas del primer mundo. Son tales que hasta el periodista que la entrevista incluye antes del último párrafo la expresión “the performance of fame drops”, que escrita por nosotros sería algo así como “deja de hacerse la Maria Callas y vuelve a poner los pies en la tierra”.
Y eso que está muy bien que artistas como Gaga hablen de salud mental -a pesar de la última frase de la cita, que desborda cringe y ego a partes iguales-, pero igual también deberían tener un poco más de conexión con el mundo real y darse cuenta de que sus problemas, cuando la gente de a pie los lee, resultan bastante chumineros. Es decir, que se entiendo que son issues para ella, pero igual tampoco hay que venderlos como si fueran el apocalipsis. Más que nada porque está tratando de hacer, según su speech, que sea el público quien la entienda. Y el público, amiga, tiene mayores problemas en los últimos dos años.
