Mikel el de la gasolinera ha tenido que flipar un rato largo durante la grabación del último lyric vídeo de Chica Sobresalto, para la inédita ‘Bailando Raro’ que pone música al anuncio de su nueva gira. Y no, no es un nombre a la babalá. No es como Joseba de ‘Carglass’, que a estas alturas uno no sabe si existe realmente o es como el Ratoncito Pérez de las llantas de coche. Mikel es una persona real.
De hecho, este post va a tratar sobre él. Sobre como Mikel se levantó una mañana, se fue a su gasolinera, ordenó los Twix de al lado de la caja, puso en posición vertical todos los surtidores y esperó a que alguien se animara a pasar a comprar El País. Pero no ocurrió. El Twix permanece ahí inalterable. Lo que sí ocurrió es que apareció una señora con un traje de superhéroe con ganas de rodar un vídeo clip. Y el pobre Mikel, con cara de acelga, le dijo que sí, que quién era él para decirle a ella que no grabara allí.
Y así, durante horas, Mikel vio a Chica Sobresalto subida a un coche. Y la vio comerse un helado de la peor forma posible y fuera de temporada. Que Mikel lo agradeció, porque se le iban a poner malos los Cornettos y menudo coñazo las devoluciones. Que los de Nestlé muy bien para todo, pero para los celiacos y las devoluciones son lo peor. Y Mikel le ofrece más conos a Chica Sobresalto, pero ella que no, que necesita una toma dentro del coche. Y otra bailando raro.
Porque efectivamente, la canción está echa para bailar raro. Es electrónica pero bailable, lo que es de darlo todo con el pompi desencajado, tampoco es. No vas a hacerte un TikTok con ‘Bailando Raro’. Pero puedes hacer como de planta de bambú sacudida por el viento. Nadie te lo impide. Ni siquiera Mikel, que a estas alturas lo único que necesita es que alguien se lleve el bendito Twix. Que se echa a perder el día 20.
