Parece que a las víctimas de R. Kelly se les acerca su momento de justicia: ayer, el juzgado de Nueva York encargado de su caso emitía el veredicto de su jurado popular, compuesto por 14 personas, que declaraban al cantante culpable de sus 14 delitos. Todos y cada uno a los que se enfrentaba. Las acusaciones iban desde el tráfico sexual y agresión sexual hasta su posición como parte del crimen organizado.
Esta vez R. Kelly no ha esquivado el peso de la justicia como si hiciera en 2008, cuando se le intentó llevar a prisión por pederastia, tras filtrarse un vídeo en el que el cantante orinaba sobre una menor de edad, pero fue liberado de sus cargos por la negativa de la muchacha a testificar. Esta vez no ha podido hacer frente a los más de 45 testigos que han participado en el juicio, incluyendo seis de sus víctimas. La séptima en la lista, la cantante Aaliyah, fallecía en 2001 en un accidente de avión al volver de grabar su último vídeo.
Aún se desconoce a cuántos años de prisión se se enfrentará el cantante de ‘Ignition (Remix)’, pero el mínimo legal al que tendrá que hacer frente será de 10 años, pudiendo llegar a ser condenado a cadena perpetua.
Los abogados de las víctimas han celebrado la decisión del jurado, que además de considerarse una victoria para la generación del ‘Me Too’, ha supuesto un acto de justicia con respecto a las mujeres negras que denuncian estos casos. En Estados Unidos, las posibilidades de que se crea en el testimonio de una víctima de etnia negra son muy inferiores a las de una mujer blanca.
Pero no será porque los abogados de él no hayan intentado dejarlas mal frente al jurado. En el juicio las han denominado como “oportunistas, mentirosas y fans obsesivas“, asegurando que sus relaciones fueron “consentidas” y que el cantante las agasajaba con regalos y detalles. Lo cierto es que el artista se había ido librando de muchos testimonios a base de la compra de su silencio a lo largo de los años.
Veremos cuánto tiempo pasa ahora en prisión.
