Estamos todos de pronto en shock, porque desde los años de Maribel Sanz que Sergio Dalma no había sido noticia a esta escala. Estaba el hombre muy metido en su música, sus álbumes de versiones de clásicos italianos, sus clásicos italiano no versionados, sus cuarenta grandes éxitos regrabados cada trismestre… y había sido notablemente unproblematic. Hasta esta semana, cuando actuando en Las Noches Del Malecón en Murcia, veía su concierto suspendido por instar al público, desde el escenario, a inclumplir la normativa del Covid.
El concierto no pudo terminarse y el cantante ha tomado sus redes sociales para pedir disculpas. Como siempre que se hace uso de las redes, un poco de aquella manera. Porque sí, Dalma asume que se lo montó mal, que no debió animar a la gente a levantarse, y sobre todo, insiste en que no es negacionista, que está vacunado y anima al uso de la mascarilla. El problema es que él era perfectamente consciente de lo que hacía.
El problema no es que, en un momento determinado, con el subidón del concierto, le dijera al público “¡vamos, todo arriba!” o algo similar. El problema es que, con notable soberbia, desafiaba a la seguridad del Festival diciendo que dejaría de tocar cada vez que vinieran a pedirle al público que se sentara. Cuando llevamos dos años con esta medida en marcha. Y él sabe perfectamente que los conciertos han de hacerse, por ahora, sentados.
¿Es la medida un absurdo a estas alturas de la pandemia? Pues puede ser, es debatible, quizá habría que empezar a revisar protocolos. Pero desde luego, desde no se empieza a pedir el cambio es desde ese escenario, donde pone posiblemente en peligro al público, donde pone en un compromiso a los organizadores -ya que era parte de un Festival, no un evento del que él fuera responsable- y donde, además, deja con el culo al aire a los muchísimos artistas que sufren desde que esto arrancara para dar pequeños shows y sacarles algo de rentabilidad.
La cultura es segura, claro que lo es, pero si los artistas como Sergio Dalma, que es una máquina de ticketing, no intentar echar un cable a que el resto también pueda dar sus shows con absoluta seguridad, seguiremos pegados a esa sillas ad aeternum. Al menos, eso sí, le honra el haber entonado este mea culpa y asumir su responsabilidad en todo esto.
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