Si en enero de 2020 nos hubieran dicho “mira, una estrella del pop -sort of- se va a quedar sorda durante este año”. Rápidamente hubiéramos elegido a Jessica J. Quién tenía mayor facilidad que ella para quedarse sorda con semejante vociferaciones continuas. Era ella o Mónica Naranjo. Selena Gomez y Beret nacieron ya con sordera congénita así que quedaban fuera de la lista.
Jessica J fue ingresada en el hospital el día de Navidad aquejada de no escuchar nada del oído derecho y de caminar por la vida y romper con la monotonía, caminar por los sueños y dejar correr los sentimientos. Pero sobre todo por caminar mal. Así se lo ha hecho saber a sus seguidores a través de un post de Instagram:
“Me he despertado y estaba completamente sorda de mi oído derecho y no podía caminar en línea recta. Básicamente me han dicho que tengo el síndrome de Meniere. Sé que un montón de gente lo sufre y muchos me han escrito para darme consejos geniales. He estado un rato en silencio pero ahora ya puedo cantar de nuevo y soportarlo.
(…)
Podría ser peor, las cosas como son. Estoy súper agradecida de tener salud. Simplemente me pilló por sorpresa. Pero me alegro de haber ido rápido al médico, que descubrieran que era y estar ya tomando la medicación correcta para sentirme mejor hoy.”
El síndrome de Mienere genera sensación de mareo, nauseas y falta de equilibrio y está relacionado con los vértigos. No los álbumes de Pablo Alborán, que aún no hemos escuchado como para saber si realmente generan mareo. Con eso de los oídos que de pronto te deja como si hubieras mezclado Jägermeister con whisky malo del Día.
En fin, Jessica también ha dejado claro que su estado ha ido mejorando colgando un vídeo el día después en el que podemos escucharla cantar lo hartísima que está de comer. De modo que haya calma, no es como si le hubiera cagado una paloma encima y ahora fuera Wolfgang Amadeus Mozart.
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