Te pones tú un chándal gigante de color blanco o grisáceo y parece que vas a unirte a Manolo y Benito en una empresa de albañilería. Es más, si sales con él a la calle, varias señoras de camino a la iglesia te darían unas monedas, y tu amigos te recibirían con un sonoro: “¿por qué vienes en pijama?”. Pero oye, es ponérselo Karol G y hace de ello una prenda totalmente fashion. Está monísima. Podría ir al bautizo de sus sobrinos con el outfit. Bueno, esto igual es pasarse, que es septiembre y todavía no hace calor como para ir a un bautizo en sudadera.
Para lo que sí hace un tiempo estupendo es para escuchar su nuevo single, ‘Ay Dios Mío!’, que ha cogido con éxito el testigo de ‘Tusa’ y ya se pasea con sus platinos por la lista de singles españolas. Vale que no tiene a Unatxi Kamala, pero en un entorno reguetón con mensajes tan soeces y a saco por norma general y por norma cómics, no está de más que triunfen también canciones con un aura más cuqui como esta.
Porque ‘Ay Dios Mío!’ habla de cómo se inicia una relación, esas primeras miradas, esa primera cita, ese primer “pues vas a tener que pagar tú, porque me he dejado la cartera en el chándal lila”. Y esa primera vez que, y citamos, tu pareja que dije que “contigo quiere tener relaciones”. Chica, ¿igual es ponerse un tanto sobreexplicativo, no? Es decir, nos suena un poco a “¿podemos llevar a cabo el acto del coito?” o a “tengo la sugerencia de proceder a la cópula”. Pues si quisiéramos estar saliendo con el becario infórmatico de IBM, lo llamaríamos a él, ¿no creéis?
En fin, a estas alturas no entenderéis ni cuál es el point de toda esta noticia: es que Karol G se ha montado un acústico con el tema, con el chándal, con un micrófono de pie, con un piano y una guitarra para sacar la credibility card. Y entre sábanas, porque insisto: hace calor y cualquier oportunidad es buena para que se seque la colada.
