Hubo una vez que le preguntaron a Robbie Williams por qué le parecía Jessie J. El cantante dijo que tenía el ’18 month alert’ escrito en la frente, refiriéndose a que sería una artista que difícilmente generaría interés más allá del primer año y medio. Puede que a Jessie el efecto le durara algo más, pero lo que empieza a ser obvio es que el 18 Month Alert de Anne-Marie ha pasado ya.
Su tarjeta de residente de popstar está caducada. Su proyecto huele a cerrado. Su alarma lleva sonando tanto que empieza a incomodar a los vecinos, que han llamado a la policía para alertar de que el ruido está activo desde hace semanas, sin que nadie llegue a apagarlo o avisar a la dueña del reloj despertador.
Y es que Anne-Marie acaba de publicar un nuevo single, ‘To Be Young’, al que ha invitado a Doja Cat, en busca de ponerle una nueva velita a San Streaming. Y todo porque su último lanzamiento, ‘Birthday’, aguantó el tirón, pero quedó lejos de ser un hit en el Reino Unido, cerrando recorrido en el #31 de la lista de singles. Ella, que había encajado cuatro singles top10 en la era de su debut.
Pero el problema de ‘To Be Young’ no es que haya o no haya una estrella invitada relevante: es que Anne-Marie podría haber invitado a Billie Eilish a esto y seguiría muerto. Podría haber revivido a Whitney Houston, y esto seguiría muerto. Podría haber montado el maldito Ban-Aid 20 con esto y los de la funeraria seguirían yendo igualmente de visita. Y no para recoger a los intérpretes, no, para recoger el single.
‘To Be Young’ es una amelódica propuesta que busca rascar entre el público joven -obvio- con el mensaje cliché de “woah, estamos livin’ la vida loca y siendo un desastre, pero chica, es lo que tiene ser joven”. Lo sentimos, Anne-Marie, decir ‘fuck’ y teñirse el pelo de rosa no llaman tanto la atención como para quedar por encima del sonido de la alarma.
Que alguien apague ya su 18 Month Alert, empieza a ser molesto.