Eurovisión 2020: las canciones de Armenia, Letonia, Países Bajos, San Marino y Azerbaiyán

Eurovisión 2020: las canciones de Armenia, Letonia, Países Bajos, San Marino y Azerbaiyán

Vamos allá con el análisis de las canciones de Eurovisión 2020. Sí, sabemos que el Festival no tendrá lugar y que muchos de sus artistas repetirán en 2021 con nuevas composiciones, pero vamos a ir analizando las canciones que podíamos haber visto en el escenario de Rotterdam este año. Independientemente de que no se celebre el Festival, Eurovisión vuelve a dejarnos un catálogo de 41 canciones dignas de reseñar.

 

Armenia | ‘Chains On You’, Athena Manoukian

Posición final en las casa de apuestas: 21/41

Al esfuerzo mínimo que Armenia hubiese hecho por darle a este tema una buena puesta en escena, hubiese desafiado a su regulero puesto en las casa de apuestas. ‘Chains On You’ es de los temas más contemporáneos y pegados a la realidad del Festival de este año, notablemente influenciado por las más recientes apuestas de Beyoncé y Ariana Grande, tanto en sonido como en estética.

Mucha coreo, muchos elementos pop-trap, mucho hook que podía haber dado para más pero es cierto que se queda un pelín a medio gas, y un pelín dependiente de los visuales. Si la canción se ve junto al vídeo, de bastante buena factura, gana enteros. Si se escucha simplemente, sin imágenes, la propuesta de Athena hace más aguas.

Pero en Eurovisión se le debe mucho a la presentación. Y esto tenía pinta de numerazo.

 

Letonia | ‘Still Breathing’, Samanta Tina

Posición final en las casa de apuestas: 35/41

Señoras que aparecen planchando con los ojos cubiertos, como vaticinando un Covid-19 inverso que fuera a contagiarse con el mero visionado del vídeo de Samanta Tina. ‘Still Breathing’ es exceso eurovisivo en toda regla, y aunque combina elementos algo más modernetes en su parte electrónica, no deja de ser sino el enésimo esfuerzo de canción épica pero-interesada-en-otras-cosas-Spice.

La propuesta, de primeras, era llamativa, pero no ha funcionado demasiado bien en apuestas, imaginamos que porque nadie consiguió muy bien enlazar el dance-break con el momento vocal dirigido a convencer al jurado, con la posible y muy confusa puesta en escena de la canción. En el directo, Samanta ponía a las muchachas sujetando un limpiacristales. Buena falta le hace, porque la imagen ahora mismo es más bien opaca.

 

Países Bajos | ‘Grow’, Jeangu Mcrooy

Posición final en las casa de apuestas: 13/41

Es una de nuestras favoritas de la edición 2020: Países Bajos vuelve a apostar por una canción con rotunda clase, un intérprete solvente y un efecto góspel que ya ha dado buenos resultados en anteriores ediciones. Pero lo hace con ‘Grow’, una propuesta que no encaja exactamente en el catálogo de llevarnos a la iglesia, porque se combina con pequeños detalles electrónicos y algún guiño Bowiesco.

‘Grow’ es de esos cortes atemporales que seguramente hubieran entusiasmado al jurado si la puesta en escena hubiera sido sobria pero eficaz y el directo de Jeangu, solvente. No figuraba entre las favoritas de las apuestas, pero estamos seguros de que hubiera quedado por encima de esa 13ª plaza que estas le otorgaban.

 

San Marino | ‘Freaky!’, Senhit

Posición final en las casa de apuestas: 37/41

Menuda oportunidad perdida la de San Marino este año. Tenían una melodía bastante decente en su canción, un número disco de producción bastante sofisticada en un momento en el que el disco se está abriendo paso en listas bastante rápido, con propuestas como las de Dua Lipa o Doja Cat.

Pero tuvieron que sacarse un hook bastante… erm, freaky para ‘Freaky!’ y revestir todo el lanzamiento con una capa hortera de glitter que pareciera pedir el voto eurofan a la desesperada. El vídeo de Senhit es, para colmo de males de lo que podría haber sido una propuesta digna, un esperpento repleto de excesos inconexos y bastante mal ejecutados.

Una auténtica pena para San Marino: esta canción, bien limada, tenía una pase a la final.

 

Azerbaiyán | ‘Cleopatra’, Efendi

Posición final en las casa de apuestas: 9/41

La canción más obvia en lo que a eurovisionismos se refiere de entre estas cinco. Azerbaiyán llevaba la apuesta segura de la canción cargada de hooks, de aires orientales y elementos bailables que podía darle una buena alegría en el marcador, tal y como las casas de apuestas parecían indicar.

Efendi apostaba por un momento un tanto Selena Gomez en su era Hollywood Records, un tanto “haz referencias a un elemento de la cultura popular aunque la letra haga después aguas” y un tanto voto en masa del fanbase de la Ruth Lorenzo eurovisiva. Y sí, ‘Cleopatra’ era una canción un tanto discutible como obra melódica, pero también tenia un atractivo innegable como guilty pleasure tarareable de la edición. Cuenta la leyenda que si la cantas tres veces te transformas en una Halliwell.

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