Dista tanto de tener gancho, de hecho, que al lado de esto su single junto a Ella Mai es el Capitan Hook. A su lado, los insípidos singles de los últimos años son una de esas maquinas para extraer peluches que siempre se te caen justo antes de ir a salir por la ranura. Porque Usher no termina de dar en la diana con una canción contundente, y cualquiera diría que no las ha tenido.
De hecho lo curioso de Usher es que se ha manejado igual de bien con los uptempos que con los medios tiempos R&B, y oye, que no atina el pobre. Pero claro, es que volver a llamar a Lil Jon y Ludacris para grabar un tema, como si estuviéramos en 2004, solo que sin que ninguno de ellos mantenga la gracia que podía -o no- tener en 2004, no es especial garantía de nada.
Y así ha salido, que ‘SexBeat’ es un poco como el ‘Triumphant’ de Mariah Carey: esa canción en la que el artista principal queda relegado detrás de los raperos invitados y para cuando abre la boca, más de minuto y medio después del arranque, el mundo entero se pregunta: ¿dónde está la canción en realidad? Vale que Usher no es, desde hace ya mucho tiempo, artista de firmar álbumes redondos, pero por favor, pongamos un poco más de intención.
Siguiendo con el simil de Carey, Usher está un poco en esa misma temporada personal en la que se emperra en seguir resultando current y relevante cuando, claramente, ya no lo es. Lo que sí que es es un ‘household name’, y cuando, igual que ocurrió con la Mariah de ‘Caution’, entienda las ventajas de serlo y centre toda su atención en firmar un proyecto en condiciones, será todo estupendo.
Y sí, no nos olvidamos de que ‘A’, su último EP, tenía su aquel. Pero tenía su aquel siguiendo con un pie en “pídanle a las emisoras que me incluyan en sus playlists”.
