El funeral de Kobe Bryant nos está dejando más momentos pop que la última gala de los Grammy. Que tampoco es tan complicado, considering. Además de Beyoncé, que se pasó por allí para entonar un par de temas en homenaje al difunto jugar del baloncesto, también se subió al escenario Christina Aguilera. Christina también podía haber tirado de discografía propia, haciendo versiones de clásicos como ‘La Casa De Mi Padre’, ‘Falsas Esperanzas (Remix)’ o ‘Woohoo (sans Nicki Minaj)’, pero optó más por ir sobre seguro e interpretar ‘Ave Maria’. No, no la de Bisbal, que hubiera estado algo fuera de lugar: “dime tan sólo una palabra, que me devuelva la vida”. Pues chica, igual no es el momento de pedir semejante cosa.
De modo que optó por el otro ‘Ave Maria’ popular. Que no, tampoco el de Beyoncé, hemos dicho popular. El de Schubert. El compositor austriaco, no el tema de Lady Gaga, que eso era ‘Scheiße’. Jesús, cuantísimas explicaciones para explicar lo que cantó la bendita Xtinta. Se subió ahí a hacer de Ainhoa Arteta con su traje de luto, su peluca de luto, su cara de luto y tono de luto.
Que la verdad, el ‘Ave Maria’ le quedó un pelín nasal de mas y no lució como otros homenajes por los que la recordaréis, como los de cualquier muerto famoso, porque Christina es como Jennifer Hudson, no falla. Al menos, a diferencia de lo que hubiera hecho Jennifer Hudson, Aguilera se marcó un homenaje contenido y sobrio, sin tratar de hacer girar toda la actuación entorno a ella. Jennifer Hudson para el segundo 32 ya estaría matando de sordera a la viuda al tratar de alcanzar un tono tan elevado que provocaría una subida del IVA a los tapones de oídos.
Como decimos, Xtinta no hizo tal cosa y se marcó una actuación dignísima.
