Que sí, que desde que hace casi 20 años Sophie Ellis-Bextor publicara ‘Murder On The Dancefloor’, los vídeos sobre competiciones de baile deberían estar prohibido por ley. Como imposición constitucional, como algo que nadie pone en duda, como el derecho a una vivienda digna o el derecho a ver la señal del Melodifestivalen sin que salga pixelada.
Pero Coldplay lo han hecho, porque son claramente inconstitucionalistas, y porque seguramente ni se acuerden del clásico de Sophie, y eso que Chris le compuso un bop a Jamelia. Ergo de popstars olvidadas tendrían que estar al día. Coldplay han rodado un vídeo de competición de baile para su nuevo single, ‘Cry Cry Cry’, y la verdad es que han conseguido darle un acabado dignísimo.
Porque han mezclado el momento baile con el momento de viajes en el tiempo cual si fueran parte del ‘Ministerio Del Ídem’ y con un buen single. Vamos, que les ha quedado un ‘Mirrors’ de Justin Timberlake en formato rápido y mucho más soul. Porque sí, el nuevo single de Coldplay no es el clásico single de Coldplay. No es el enésimo spin a la misma canción como lo fue ‘Orphans’, probablemente una auténtica cagada como primer single de ‘Everyday Life’.
Los chicos se tiran a la piscina con un tema determinadamente sixties, con una producción exquisita y sonido intencionado de vinilo, que acompaña a la perfección a la aventura bailonga de los dos protagonistas del vídeo. Es, de hecho, uno de nuestros singles favoritos de los últimos años de Coldplay, aunque así de primeras pudiera sonarnos más a Bruno Mars que a ellos mismos. Está todo hecho con muchísimo gusto.