Hace unos días, Natalia Lacunza dejaba shook a los fans con la publicación de la carátula de su nuevo single, ‘Olvídate De Mí’. Una fotografía de un cielo entre rosa y morado con el texto del título superpuesto. Hecho a través de la aplicación de Instagram. Cero euros invertidos, pero una idea más inteligente de lo que parecía en un inicio: en poco tiempo, las cuentas de todos sus fans se llenaban de fotos del cielo con el texto sobreimpreso, promocionando el single porque el rollito DIY de la portada era fácilmente imitable.
Podéis escuchar este y otro puñado de hits en nuestro A-List de Spotify:
A pesar de todo ello, no os vamos a engañar, deberíamos dar algo más de importancia al aspecto visual de los lanzamientos. Una carátula puede decir mucho del proyecto que acompaña, y en este caso, decía más bien poco. Especialmente después de haber escuchado la canción completa, una bonita balada acompañada de motivos electrónicos, producida por Carlos René, de Axolotes Mexicanos, que también metió mano en el tema que daba título al primer EP de Lacunza, ‘Otras Alas’. De este modo, la triunfita se decanta por el aspecto más pop de su primer trabajo, y no tira tanto por el rollo cantautor orgánico de su hit ‘Nana Triste’, pero elige una composición más melódica que la de su segundo single, ‘Tarántula’. Y de paso, se ahorra comparaciones.
‘Olvídate De Mí‘ también tira un poco de DIY en el vídeo oficial, y eso que este no ha sido grabado por la propia Natalia vía TikTok. Pablo Amores (que ya dirigió el ‘Amargo Amor’ de su compañera María Escarmiento Que Fue A Cagar, etc.) da forma a un vídeo que, francamente, no está nada a la altura de la canción a la que acompaña. Efectos VHS manidísimos, un enfoque digno del peor pulso de Michael J. Fox, escenas faux-alternative random y el recurso que le faltaba a cualquier buen drama predecible: rosas quemándose. En el último lustro, los vendedores de rosas combustibles han creado un imperio que ríete tu de los vapeadores eléctricos.
Vamos, que al lado de cada estudio de grabación hay una tienda de rosas combustibles de todos los colores.