‘Reflexión’, Ana Guerra
El disco contiene ‘Ni La Hora’. ‘Bajito’. Un remix incomprensible que se cargó toda la magia posible de ‘El Remedio’. Un bolero nórdico. Un acústico de ‘Ni La Hora’. Un remix de ‘Lo Malo’. Y no llega a los diez tracks. ¿No es necesario explicar mucho más, verdad? Lo cómico del proyecto es que los no-singles eran algo mejores que los singles per se, pero aún así, a Ana le encasquetaron una colección de canciones de franco bajo nivel, justo cuando era la artista que más fácil tenía el triunfo numérico y cualitativo con su perfil latino. ¡Por dios, es 2019, todos hacen latino, y casi todos lo saben hacer bien! ‘Reflexión’ no fue el ejemplo de ello.
‘Emociones’, Martina D’Antiochia
El primer álbum de Martina D’Antiochia no está disponible en plataformas digitales. La intención es hacer caja, por lo que para escucharlo, o lo compras en formato digital, o lo compras en formato físico. Pero el dinero es absolutamente imprescindible en todo lo que haga la adolescente. Al no estar colgando, uno se evita el bochorno de escucharla tratar de interpretar una balada sin ninguna voz y sin que el autotune pueda llegar a salvar los muebles, o uptempos imposibles incluso para el catálogo de una cría. En una país que tuvo a Abraham Mateo o Gemeliers dejando algún vergonzante pero eficaz bop en sus inicios, ‘Emociones’ es incomprensible.
‘Extrapolaciones Y Dos Respuestas’, Fangoria
Alaska versionando ‘Soy Yo’. Alaska versionando ‘La Revolución Sexual’. Alaska versionando ‘Desafíame’. ‘Disfraz de Tigre’. Y no dando ni una en una sola de las versiones. Las bases del segundo volumen de ‘Extrapolaciones’ son tan malas, tan midi, tan grabadas en Audacity, que a uno le resulta que más que un homenaje, lo que hacen Fangoria es tomarse todos esos temas por el pito de un sereno. Y hablamos de algo tan serio como Ríos De Gloria. Todo mal, y como dijimos en algún post anterior, todo una terrible señal de la crisis creativa de un grupo que tantísimos hits ha venido dejando en su historia.
‘Mes Excentricités, Vol. 1’, Mónica Naranjo
Por favor, alguien necesita reunir a todos los seguidores de Mónica Naranjo y explicarles lo que es “estar adelantada a su tiempo”. A su tiempo puede estar adelantada FKA Twigs. Bjork en su día. A su tiempo puede estar adelantado Niño De Elche. Sophie. Pero sonar a pop-rock-épico de 2005 no es estar adelantada a su tiempo. Es ir con horario canario y acento mexicano. Mónica lleva atascada en el estilo desde la publicación de ‘Tarántula’ hace ya 13 años y es incapaz de salir del bucle. De hecho, riza aún más el rizo, y así falla el disparo en sobreproducciones imposibles como ‘Doble Corazón‘ o el caduquísimo esfuerzo rock electrónico de ‘Libre Amar’. Tres canciones que sólo han pasado por el aro de un fanbase ruidoso, pero cada vez menor.
‘Atracción’, Carlos Right
El disco de Carlos Right se compone de varios temas que podía haber cantado él o cualquier, de verdad cualquier, otro cantante de medios tiempos en España. Canciones absolutamente vacías, previsibles, sin emoción, sin un encanto al que poder aferrarse más allá de la fotografía en la carpeta. Carlos puede ser un tío encantador, pero su nivel artístico, por ahora, es nulo.
‘High Expectations’, Mabel
Mabel empezó su carrera en la industria del R&B alternativo de UK. Mucha sutileza, mucho sonido eleganza y chic, que fue abandonando paulatinamente cuando vio que los hits no le llegaban de esa dirección, sino de una muchísimo más pop, más dancehall, más reggae, más estrella del pop random con el sonido de turno. Y Mabel pasó de ser una cantante interesante a pasar a ser la Anne-Marie que nos ha tocado este año. Pero con cara de estar harta de vivir. El disco, por supuesto, es un despropósito repleto de hits que Dua Lipa hubiera rechazado por cutres. Incluso ‘Don’t Call Me Up’, la más salvable de la colección, no deja de ser el ‘New Rules’ de la gente pobre. Asumámoslo cuanto antes.
‘LP1’, Liam Payne
Liam Payne ha tenido que comerse un #111 en Estados Unidos en su semana de debut. Nos daría lástima el muchacho, pero es que la ridícula calidad de las canciones que componen su primer trabajo no merece otra cosa. Un disco que ha grabado desechado y grabado en dos ocasiones y que tres años después de empezar a ser formado, ha resultado un desastre. El principal problema es que Liam no tiene un destino fijo, ni un estilo que lo identifique, y ha terminado coleccionando canciones que dicen más de sus autores y productores que de él. Un espanto.
‘Romance’, Camila Cabello
Camila Cabello está luchando con uñas y dientes por salvar su segundo proyecto, del que ya ha lanzado media docena de singles sin que ninguno de ellos haya conseguido destacar especialmente. La luz al final del tunel puede ser ‘My Oh My’, la -oh, sorpresa- propuesta más latina del álbum a excepción de ‘Señorita’, el otro gran hits que realmente es de Shawn pero que se incluye para bombear las ventas a golpe de streaming. Camila ha querido dar luz a su perfil de compositora, de cantante melódica, de intérprete… pero por muy bien que crea desenvolverse en el papel de Taylor Swift racial, la realidad es que su ‘Romance’ es un coitus interruptus.
‘Hurts 2B Human’, Pink
Pink ha cumplido 40 años. Lo que quiere decir que su discográfica le ha pedido que meta el turbo antes de cruzar la barrera y poder firmar un último disco sin que su cambio de edad acapare los titulares. La batalla contra el ageism. Y claro, las prisas han podido con su último proyecto, repleto de descartes del álbum anterior, canciones anodinas sin demasiada garra, y una Pink aburrida de si misma y refugiada en algunos casos en la gente de su equipo y colaboradores. Un álbum que pretendía lanzarse antes de que el público la considerara “vieja”, pero que ha envejecido mucho más rápido y peor que ella.
‘Indigo’, Chris Brown
Chris Brown ha vuelto a hacer de las suyas: ha vuelto a lanzar una colección de 743 canciones de más de lo mismo, que gustan a su público y vuelven a ser un éxito a base de 500 singles y 430 feats. Y oye, bravo por él por ganarse la vida, pero es que Chris Brown lleva demasiados años de carrera para seguir sin dejar un álbum con algo de huella. Algo más que una canción para radios urbanas y playlists de perreo hip-hop. ‘Indigo’ es un total aburrimiento más que añadir a su aburridísima relación con el concepto “álbum”.