Martina D’Antiochia
Martina es la artista revelación de la industria española, aunque ya lleva un tiempo dando guerra: es Youtuber, es escritora (LOL) de una serie de libros juveniles, es mocatriz, y ahora también es cantante, aunque cante como un grillo. Qué más da si el vídeo de su primer single, ‘Like’, acumula millones de visionados y sirve como plataforma para seguir vendiendo carpetas, mochilas o colonias. El futuro como juguete roto de D’Antiochia puede verse desde la Estación MIR -la nave, no la serie de Telecinco-, pero mientras el dinero siga llegando a la cuenta de sus tutores, habrá más diversión de Martina. Su primer disco será muchas cosas, pero divertido, lo que es divertido, no es.
Fangoria
El grupo de Alaska y Nacho Canut nos ha tenido acostumbrados, durante años, a auténticos himnos del pop bailable y la electrónica. Bops que incluso se han extendido a 2019 con la estupenda ‘Un Boomerang’. Lamentablemente, la canción es más una excepción que una regla en el último año del dúo, que experiencia una crisis creativa como la que no recordábamos antes: las producciones de Guille Milkyway que suelen publicar como singles les han hecho perder un sonido marca de la casa, en favor del del productor, y el último par de recopilatorios de versiones han dejado bastante que desear. Puede que 2020 sea el año ha pulsar el botón de pausa y reinicio.
Ana Guerra
Cuando se publicó ‘Ni La Hora’, compartimos en Twitter un pensamiento que fue tremendamente criticado por el fanbase de la debutante, y que se refería a ella como el primer juguete roto del nuevo ‘OT’. Se veía venir, por muchos platinos que vistieras sus primeros lanzamientos: Ana Guerra estaba metida en un callejón sin salida que ni la representaba como artista ni podía retener el interés del público por mucho tiempo. La última gota que llenó el vaso de la mediocridad fue ‘Sayorana’, que pasó sin pena ni gloria por las plataformas de streaming y provocó bastantes críticas en redes sociales. El fracaso de la gira de Guerra y de su primer “álbum”, ‘Reflexión’, tampoco han ayudado precisamente a levantar su 2019.
Juan Magán
¿Sabías que Juan Magán ha publicado en 2019 su álbum 4.0? Incluye dúo con Álvaro Soler, Ana Mena, Cee-Lo Green, Pitbull o Belinda? Exacto. No te habías enterado. Tampoco la mayoría de gente, porque a pesar de alguna puntual colaboración, 2019 no ha sido el año de Magán ni a nivel comercial ni a nivel cualitativo. Otro de los principales motivos de su nominación es su pésimo tino al recrear el ‘Cuando Zarpa El Amor’ de Camela, una de las principales nominada del año, o en el ‘Somebody’ de Leona Lewis, aquel tema con el que la artista creyó que podía hacerse un hueco en el panorama latino. Pista: no.
Carlos Right
Carlos Right, el primer alumno de la nueva hornada de ‘OT’ en publicar un álbum. ¿Mireya Bravo vibes, right? Una portada similar, una colección de canciones de catálogo, baratitas, sin demasiada personalidad o contenido, unidas para sacar la máxima tajada posible del paso del concurso, porque Dios sabe lo que vendrá luego. ‘Atracción’, evidentemente, no funcionó demasiado bien, y el perfil de Carlos Right, un tour y varios vídeos después, sigue nadando en el mar de la mediocridad, del perfil mil veces visto, del cantante melódico manido, del guaperas de carpeta de un solo curso.
Ally Brooke
Fifth Harmony. ¿No pintaba demasiado bien para las chicas una vez el grupo se separó, verdad? Tampoco es que pintara bien cuando estaban juntas, pero es que ahora incluso a Camila Cabello le está costando sudores reflotar su barco. Normani tampoco termina de marcarse el smash que se le intuía, Lauren y Dinah están en mitad de la nada y Ally… bueno, ¿tampoco es que esperáramos mucho de Ally, verdad? Precisamente por eso podía haber dado la sorpresa, marcarse un smash y dejarnos con un puntito en la boca. Pero no lo ha hecho: sus singles han sido un total flop, sus actuaciones igual de discutidas que antaño, y lo más importante que sigue habiendo dado es un meme bailando como si tuviera dos pies izquierdos.
Jason Derulo
Por favor, escuchad sus último singles. Good Lord. Además de eso, Jason Derulo aparece en ‘Cats’. En la bendita ‘Cats’. ¿Quién iba a suponer que eso iba a ser un mess teniendo a Jason Derulo en el cast? Por cierto, ha sido de los poquísimos actores que han salido indignados a hablar bien de la cinta después de las brutales críticas que ha tenido. Decidnos si ya sólo por eso no merecía estar en la lista.
Maroon 5
Nadie lo entiende muy bien, pero Maroon 5 se han marcado un smash con ‘Memories’. Casi 400 millones de escuchas en Spotify con una canción que sí, era en memoria de su manager, muy bonito, muy emocionante, pero de nuevo, vaya canción más blandita. El éxito de Maroon 5 es increíble, pero comprensible: todas sus canciones se cuelan en la radio porque no son molestas, ni atrevidas, ni arriesgadas. Desde hace años, la banda le limita a dejarse ver en un terreno cómodo y autocomplaciente que les genera millones en ingresos. Un auténtico sopor.
Liam Payne
One Direction nos ha dejado a Harry Styles. A Niall Horan. Al desaparecido Zayn, en paz descanse. Y luego a los dos nominados de este año a Artista Amaro. El primero es Liam Payne, que lanza singles a Spotify como pollo sin cabeza, para ver si alguno cuela y consigue un campanazo como el de su debut, ‘Strip That Down’. Pero es que esa magia dosmilera se le ha escapado a casi todo su nuevo material, enmarcado en un soporífero R&B-pop del que acabamos hartos hace ya unos años. Un disco caduco, plasticoso, impersonal, y un nivel de carisma por los suelos que tampoco es que le haga ningún favor al trabajo.
Louis Tomlinson
El otro proyecto cojo saliente del quinteto es el de Louis Tomlison. Qué desastre. Tomlinson ha hecho R&B, pop, dance, rock, electrónica… no tenemos ni idea de lo que pretende incluir en su primer disco, que ha prometido para los próximos meses, pero estamos convencidos de que lo tiene difícil para funcionar, a nivel crítica y público. Tomlinson tampoco es especialmente brillante en el directo, con lo que sus lanzamientos han sufrido un desgaste extra cada vez que ha acudido a presentarlos frente al público. En ocasiones, tomarse un tiempo fuera de cámara para ver qué poder hacer es un acierto mayor que el de convertirse en una ametralladora de flops.