Corría el año 1990 cuando Beyoncé, Kelly, LaTavia, Nina, Nicky y Ashley formaban Girls Tyme y se presentaban al talent show ‘Star Search’ en Estados Unidos. Después de unos cuando ajustes, unos finiquitos sobre la mesa y alguna oferta de rinoplastias en 3×2, el grupo se relanzaba años después como Destiny’s Child, bajo el mando de Mathew Knowles, manager y padre de la principal estrella del grupo, Nicole Smellsweird. No, calla, es la costumbre. Beyoncé. La líder del grupo era Beyoncé.
Pues bien, después de tener la música del grupo guardadita en el cajón de la mierda durante un puñado de años, Mathew Knowles ha decidido publicarla en todas las plataformas de streaming con el nombre ‘Destiny’s Child: The Untold Story – Girls Tyme’. Una quincena de, por lo general, bastantes espantosos temas que seguramente despertarán la curiosidad de los seguidores del grupo, pero que difícilmente admitirán una segunda escucha, considerando dónde han llegado las carreras de las tres principales miembros del grupo.
Lo cómico es que en la imagen que ilustra el disco, una silueta cutre de la carátula de ‘Independent Women – Pt. I’, aparece Michelle Williams, que no formaba parte del sexteto noventero, ni siquiera de las Destiny’s Child de los inicios. Pero Mathew Knowles no iba a perder la oportunidad de sacar la máxima tajada posible del invento, así que ha colocado una imagen del trío final como reclamo del disco.
Y es que el padre de Beyoncé está ya desligado de todos los quereceres de su hija, pero sigue teniendo los derechos legales del nombre de la girlband, motivo por el cual, las tres chicas no se han reunido desde 2005. Cuentan los rumores que están esperando a que a Knowles se le termine el contrato para arrebatarle los derechos del nombre y tenerlo bajo su control, lo que facilitaría mucho las cosas a las chicas a la hora de evitar que bodrios como este vieran la luz.
Aunque el disco es lo de menos, seguramente el trío esté más interesado en frenar el libro. Sí, Mathew también ha publicado el ‘Untold Story’ a través de su página web, con un diseño gráfico que demuestra de nuevo que se puede vivir en un perpetuo 1991. La imagen de la carátula, que lo muestra a él con una mirada bien Leticia Sabater, como yendo a dar un sorbo a una copa de champaña imaginaria, cuenta también con la cutrísima ilustración de fondo.
De modo que, de no ser por el título, uno no sabría si es una novela de ficción en la que Mathew Knowles finge ser Charlie, el de los ángeles, o un libro de autoayuda para gente que tiene problema para dejar los pulgares e índices en su sitio, firmado por un médico de currículo discutible, pero estupendos relojes en la muñeca.
Un cuadrito.
