El timbre de voz de Zara Larsson es muy, muy parecido al de Rihanna. Hasta aquí, cualquier persona que no tenga un problema medio-alto de oído nos dará la razón. Con lo que, cuando la cantante elige singles que parecen sacados de la era ‘Loud’ de la de Barbados, uno se pregunta para qué está realmente Zara Larsson en este mundo, y por qué su discografía llega a él más tarde que su cuerpo.
Nos ocurrió al estrenarse ‘Ain’t My Fault’, que para colmo de males ella insiste en promocionar con actuaciones en las que intenta moverse como Beyoncé, y acaba siendo todo un ‘NO‘ de tal escala que nos da hasta lástima. Porque Zara Larsson puede, y además debe, ser un producto interesante. Gracias a Björk, y a la Virgen De La Cabeza, ‘I Would Like’, su nuevo single, la devuelve a derroteros mejores que los del anterior single.
Tampoco es que sea el colmo de la originalidad como lanzamiento, pero tampoco se lo pedimos: el destino de Zara es quedarse a medio camino entre Tove Lo y el pop chicle sueco de toda la vida, y este número es exactamente esto, y es justo lo que necesita para no terminar como Tove en lo más hondo del B-List. Canciones pegadizas, vendibles, pero que tampoco se pasen de básicas.
Hasta vuelto al buen camino, Zara, y debes guiarnos ahora a través de él.
