Como sabéis, desde hace un tiempo Guille Milkyway ha vuelto a las costumbres originales de La Casa Azul, aquellas de poner una banda paripé delante de sus canciones como si estuvieran interpretadas por otra gente. Sólo que en la era reciente lo ha llevado al exceso, cambiando al quinteto original por Alaska y Nacho Canut, y poniendo incluso a la primera a cantar. Bueno, a Rafa Spunky, que ya nos conocemos.
‘Un Boomerang‘, el nuevo single de La Casa Azul en cuestión, es el mejor single del falso dúo desde hace tiempo, las cosas también como son. Tiene una melodía chula, un estribillo decente, y una producción cuca. Todo bien. Hasta que uno llega al vídeo y, para variar, se va un poco al garete.
Podéis escuchar ‘Un Boomerang’ y otro puñado de hits en nuestro A-List de Spotify:
Se suponía que el vídeo debía rendir homenaje a esta época Hollywoodiense ochentera de ‘Dallas’, ‘Falcon Crest’ y divas similares de cardados extremos, maquillajes a golpe de rifles maquilladores de Homer en modo ramera, y estéticas palaciegas extremas. Hasta ahí todo más o menos bien, porque Alaska y Nacho hacen estas cosas mal de forma totalmente self aware. Es decir, que se ve la pantalla verde, pero qué esperabais de un vídeo de Fangoria.
El problema es que hay otro elemento que también creíamos self-aware y cuando hemos terminado el vídeo hemos considerado que no lo era realmente: el homenaje que Alaska le marca a Saritísima. ¿Recordáis el vídeo de ‘Absolutamente’, en el que Sara Montiel no daba una con el playback de la canción? Aquello no sólo provocó risas generalizadas sino también el mejor sketch de la historia de ‘Se Lo Que Hicisteis’. Pues bien, Alaska ha llegado al set del nuevo vídeo sin saberse la letra de ‘Un Boomerang’. Y voy a lanzar un poco de té: parece que en proyectos de La Casa Azul esto empieza a ser una tendencia. Ahí lo dejo.
Hasta en dos ocasiones, a Alaska no le cuadra en la boca una sola vocal. Lo llamativo es que no regrabaran la toma, que es lo que nos llevó a pensar que estaba hecho a propósito. Pero sólo ocurre en un par de ocasiones, por lo que… en fin, que cada uno lo interprete como vea.