Katy Perry es oficialmente una delincuente. Es prácticamente una persona más en la Marbella de los dosmiles, es la protagonista de ‘Dark Horse Is The New Black’. Que la detengan, que es una mentira. Indeed, porque un jurado popular acaba de decidir que la artista carece de originalidad alguna y ha plagiado uno de sus mayores hits hasta la fecha.
Así es, porque ‘Dark Horse’ es un plagio según las nueve personas que debían tomar una decisión al respecto en un juzgado de Los Angeles. De hecho, la cantante asistía hace unas semanas al juicio por esta misma cuestión para aclarar que ella era la autora real de la canción, junto al resto del equipo, que formaban Juicy J, Dr. Luke, Sarah Hudson, Cirkut y Max Martin. Si lo pensáis, Dr. Luke pasa tanto tiempo en los juzgados que bien podría terminar llamándose Dr. McBeal.
Centremos el caso, para que entendáis la decisión del jurado:
- El rapero cristiano Flame lanzó en 2008 una canción llamada ‘Joyful Noise’, junto a Lecrae.
- Katy Perry publicaba en 2013 ‘Dark Horse’, con un beat y una base bastante parecida.
- Flame se mosqueaba entonces, porque, según él, Katy hacía “un daño irreparable a su canción, conectándola con la brujería y el paganismo”. Está claro que no sólo ella ha perdido ahora el juicio, el ya tenía bastante poco.
- Fueron a juicio. El jurado ha decidido ahora.
El martes se decidirá cuanto es el dinero que Perry le debe a los autores del beat de ‘Dark Horse’, pero se prevé que la cantidad será generosa: el que fuera tercer single y segundo hit de ‘Prism’ suma nada menos que 609 millones de reproducciones en Spotify y más de -ojo- 2.600 millones a través de Youtube, gracias a un vídeo por el que Katy también debería indemnizar a Cleopatra por daños y perjuicios. La reina egipcia, no la girlband.