Un auténtico drama para el papel couché español y para todas y cada una de las boulangeries del país. Desplome histórico del consumo de tartas de Santiago durante el mes de julio, mark my words. Caída en picado de la venta de escayola para manualidades y quiebra de la empresa Azucarera, dejando en la calle a Alma Obregón, que va a verse obligada a hacer cupcakes en la puerta de las iglesias, mendigando por hacer ver que todavía pueden estar de moda. Necesitamos que alguien la convenza de lo contrario, antes de que sea demasiado tarde.
Y todo esto ¿por qué? Pues porque dos de los más prestigiosos socios de la OCU del país, Malú y Albert Rivera, parecen haber roto una relación que los unía desde que nos enteramos a través de una revista del corazón. No nos hagáis buscar la fecha, que bastante trabajo tenemos hoy diciendo sandeces. Un absoluto drama del que se ha hecho eco La Otra Crónica de El Mundo, y que nosotros pasamos a contaros a nuestra particular manera.
Resulta que Malú y Albert Rivera se ha ido de escapada, como cada cuarto de hora, vaya. ¿Cuántas escapadas han hecho ya? Vamos, ni los de ‘Prison Break’ tenían ese arte para escapar. La última ha sido a Normandía, y durante el viaje, Malú insistió en sacar partido de su último Xiaomi y se tiró un buen rato haciéndole fotos a Albert. “Así no, que no se ve el café. Estás tapando la coca de vidrio. Un poco más a la derecha… ¡la de vidrio Albert, la de comer, que te equivocas de ángulo y la vamos a tener! Así, espera. No te muevas. Perfecto, ¿me la subo al Insta, vale?”
Mec. Error. El equipo del político y lider de Ciudadanos detuvo a Malú de inmediato, diciéndole que no podía hacer pública la imagen. Y claro, la cantante tenía ganas de poder hablar de su pareja con más calma, ahora que todo el país los había visto en cualquier noticia del corazón. Pues nada, que no. Que de fotos en público nada. Que no se iba a reconocer la relación de forma tan oficial.
Y claro, lo que para Rivera era cruzar una línea blanca, para Malú empezaba a ser necesidad. De modo que la imagen de L’Oreal y adicta al chocolate -además de intérprete de clásicos como ‘Amor De Hielo y Sal’– ha decidido acabar con la relación.
Normandía ha vuelto a ser escenario de una última e importante batalla. El desembarco del desamor.