James Arthur es como cool, ¿verdad? Es decir, la versión española de James Arthur quién sería, ¿Fran Perea? ¿Álex Ubago? Vale, que podríamos haber dicho Dani Fernández, que tiene el mismo tipo de rollito pop-rock y belleza extraña, pero no nos digáis que las primeras dos comparativas no han sido mucho más arte.
Y es que en nuestro país nos ha costado encontrar un puntito cool para los artistas, ¿verdad? Que hasta que ha llegado esta última hornada, tenía que conformarse uno con cuando a Antonio Orozco le dio por creerse Mick Jagger o cuando Estopa pensaban que podrían ser los próximos Extremoduro. En fin, nuestra siempre cómica Marca España.
Pero volvamos a Arthur: la cuestión es que, siendo, como decíamos, un producto medianamente cool, es curioso que su principal hit haya sido una balada acústica muy bonita, pero sin demasiada chicha ni limoná, ‘Say You Won’t Let Go’, y que sus seis singles posteriores no hayan conseguido llamar la atención del público de tal forma, a pesar de que había varios con un tremendo potencial. Se salvó ‘Naked’, que parecía levantar un poco los ánimos, pero la alegría duró poco.
Así que, visto lo visto, James Arthur ha vuelto a lanzar una de esas canciones de James Arthur. De las que en el segundo estribillo se rompe la voz, y son tiernas y románticas, porque a James te lo puedes llevar a un mercadillo bohemio, pero también puede sorprenderte con la carita empapada llegando con rosas, con mil rosas para ti. Hippie romántico. Rockero, pero interesado en otras cosas rockero.
¿Ocurrirá algo con ‘Falling Like The Stars’? Posiblemente tendrá que sufrir las consecuencias de que le saquen parecidos y funcionará a la altura de lo anterior? Y la espera para el tercer álbum del artista empieza a parecerse mucho a la que hubo para el segundo.