John Lundvik no ha dejado opciones a sus compañeros en la final del Melodifestivalen 2019: su canción, ‘Too Late For Love’, partía como la favorita de la noche y no ha fallado en las quinielas. El tema obtenía la máxima puntuación del público y del jurado, que parecen estar buscando en la candidatura sueca un Austria 2018.
Es decir, ‘Too Late For Love‘ es una canción de catálogo, muy sueca con todo lo que ello conlleva, pop-gospel sin riesgo alguno, sin aportar la mínima novedad o salirse en absoluto del tiesto, pero cuenta con varias herramientas que podrían acercarla a la victoria en Eurovisión:
- Para empezar, es una canción interpretada casi de forma perfecta, porque la afinación de Lundvik no titubea en ningún momento de la canción.
- La realización favorece muchísimo al tema, dividiéndolo en partes que realmente no existen, pero que dejan al espectador con la sensación de haber seguido una historia.
- La escenografía, sencilla a más no poder, también juega en favor del tema: de los focos iniciales, a la aparición y desaparición del coro al final, todo está medido en favor de ‘Too Late For Love’.
- Es una canción pop fácilmente consumible, con un mensaje bonito, una construcción bonita y que es difícil que “disguste” a quién la escucha.
Vamos, gran parte de las herramientas con las que el año pasado contaba ‘Nobody But You’, que dio la sorpresa en la final de Eurovisión llevándose de calle al jurado, que la antepuso al esfuerzo rococó de Netta, después premiado a lo grande por el público. Si el 18 de mayo la jugada se repetirá con John Lundvik y Suecia se queda de nuevo con la victoria cerca, o con ella en sus manos, tendremos que esperar a verlo con el paso de las semanas.
Por ahora, las casa de apuestas ya colocan al país en un privilegiado top5, aunque, ¿alguien duda ya de que Suecia siempre parta con apoyos? Su forma de cuidar sus candidaturas, mejores o peores, es francamente envidiable.