Fifth Harmony se hicieron populares por un montón de cosas: porque una de ellas que tenía talento, porque otra era popular, porque tuvieron nada menos que un single top10 en su país… en fin, un cúmulo de cosas que luego han ayudado a que las cinco componentes originales de la girlband hayan lanzado sus carreras en solitario: Camila Cabello con éxito, Normani con criterio, Lauren con Jauregui, y Dinah Jane con mucha práctica de pole dancing.
La que quedaba por estrenarse en esto de los primeros singles era Ally Brooke, a la que recordaréis por un meme viral en el que bailaba a ritmo de la música de Mario Bros y era comparada con la tortuga del videojuego. Slay them Twitter charts. Y como no podía ser de otra manera, se ha estrenado con ‘Low Key’ haciendo dos de las cosas que peor se le dan en esta vida.
La primera: resultar sexy
Hay gente que es sexy, y hay gente -y nos incluimos-, que es simpática, es maja, es carismática, puede ser muchas cosas pero sexy, lo que es sexy, no. Y da igual cuán alto recorte uno el show, cuántos culetazos pegue contra el suelo y cuánto pese cada pestaña postiza, que tiene el sex-appeal de una iguana. Pero Ally Brooke se esfuerza al máximo por resultar todo lo Nicole Smellsweird que surja, bailando, mirando a cámara, lamiéndose los labios, sacando su inexistente influjo latino… aunque al final, resulte quedar todo más en Lucía Gil que en Nicole Smellsweird.
La segunda: básicamente bailar
Hay gente que saber bailar, y hay gente que sabe seguir, con más bien poca gracia, una coreografía. Y Brooke entra en este segundo grupo, aunque en esto corre con la ventaja de que en un vídeo clip, la edición no permite que uno quede en evidencia con el baile. Ahora, esperemos a que lleve esto al directo de una gala -good luck booking that stage etc.- o un programa de televisión, y entonces hablaremos de lo rarísimo que queda todo en esta especie de ‘Havana’ descafeinado que es su colaboración con Tyga.
