Un año más se han celebrado los Kennedy Center Honors, premios que reconocen la trayectoria de diferentes personalidades de la artes escénicas. Este año, además de la protagonista de nuestro post, se han visto homenajeados Reba McEntire, Lin Manuel Miranda, y diversos directores y coreógrafos. Lamentablemente no Poty ni Marbelys, sino personalidades más relevantes para el público americano. Si es que alguien pudiera llegar a ser más relevante que Marbelys.
Bueno, que terminamos yéndonos lejísimos del punto que nos ocupa y dando cláses de lírico en un momento: la cuestión de hoy es que Adam Lambert ha hecho llorar a Cher. ¿Cómo? ¿Recordándole la carátula de ‘For Your Entertainment’? ¿Trayéndole a la memoria que él perdió ‘American Idol’ contra Kris Allen, en paz descanse y Dios lo tenga en su gloria? ¿Mostrándole el chart run de ‘Ghosttown’? Pues no, estáis equivocados, estáis erróneos. Aunque todo ello podría generar llantina Tuner a cualquiera, Cher lloró de emoción mientras veía al nuevo vocalista de Queen interpretar uno de sus grandes hits sobre el escenario.
¿‘A Song For The Lonely’? ¿’Take It Like A Man’? Bueno, ya está bien de referencias chorras, que estamos hartísimos de nosotros mismos. Evidentemente, Adam Lambert cantó ‘Believe’, y evidentemente, se dejó el vocoder en casar y la presentó al piano, así en plan intimista, en plan Broadway, en plan Gisela with an actual voice.
Y claro, a Cher le tocó la fibra que le injertaron en 2001 y del lagrimal que en su día perteneció a una muchacha de Ohio antes de serle colocado en el ojo a la de ‘You Haven’t Seen The Last Of Me’ brotaron las lágrimas. Cierto es que Lambert llevó a cabo una actuación con bien de interpretación, bien extra, bien pasional, pero también es cierto que lo hizo sin grandes excesos, y con apenas un grito hacia el final, lo cual fue casi de agradecer, así que entendemos perfectamente a la diva emocionada.
La gala tuvo lugar a principios de diciembre, pero no ha sido hasta esta semana que la CBS la haya emitido a través de la televisión.
