En 2019, Maroon 5 serán los encargados de amenizar la Super Bowl americana, con un intermedio de más o menos un cuarto de hora de duración, en el que intercalarán sus hits más memorables a la par que irritantes. Sin embargo, la primera ocpción de la NFL, la Liga de Fútbol Nacional de Estados Unidos, no fue el grupo de Adam Levine, sino Rihanna, que rechazó la oferta y se negó a actuar.
La cantante de Barbados dijo ‘no’ a la propuesta para solidarizarse con Colin Kaepernick, un jugador de la NFL, que se dedicó a hincar la rodilla durante el himno de Estados Unidos hace un par de años -algo tremendamente mal visto, en vez de quedarse en pie- , y fue posteriormente rechazado por la Liga. Kapernick protestó de esa forma contra los ataques racistas en el país, y lo explicó de la siguiente manera:
“No voy a mostrar orgullo alguno por la bandera de un país que continúa oprimiendo a la gente de negra y de color. Para mí, esto va más allá del fútbol, y me parecería egoísta mirar hacia otro lado.”
Como era de esperar, al jugador le cayeron guantazos por todas partes, porque si algún país tiene un patriotismo incomprensiblemente desmesurado, ese es Estados Unidos, pero también fueron muchos los que se posicionaron de su lado y comprendieron la situación y sus explicaciones.
Ahora, Rihanna es la última en sumarse a la lista, y ha decidido negarse a actuar en el mayor evento deportivo y televisivo del año en solidaridad al rechazo que Kaepernick sufrió. Y eso que su aparición no sería sólo garantía de un buen show, sino que también supondría una inmensa plataforma para Rihanna, que previsiblemente estará promocionando su nuevo material cuando la Super Bowl sea emitida. 100 millones de espectadores que a la de Barbados no le parecen necesarios, y ha optado por poner delante su ideología.
Un gesto, sin duda, de enorme importancia vistas las movilizaciones sociales de los últimos años en Estados Unidos. Bien por ella.