Hay una cosa que ocurre con el son cubano y es que, cuando se le aplica al pop, pueden ocurrir varias cosas:
- Que uno acierte con la medida exacta y termine firmando algo del estilo de ‘Havana’, por ejemplo.
- Que uno se quede corto aplicándolo y el resultado quede del todo irregular, vease Melendi.
- Que uno se pase aplicándolo y al final termine pareciendo Carmen Miranda dispuesta a hacerse una macedonia.
Esto último es lo que ocurre con ‘El Amor Es El Amor’, el nuevo adelanto de ‘Origen’, el nuevo álbum de las Sweet California, que se presentan con un disco en absoluto español por primera vez en su carrera, prácticamente presentándolo con un bastante poco necesario reboot de la misma, como indica el ‘1’ en el título de la carátula.
Las chicas se han vestido con producción cubana, pero han perdido todo ápice de frescura y jovialidad en el proceso, y el medio tiempo termina pareciendo una canción de Gloria Estefan a principios de los dosmiles, o un corte dentro de algún disco en español para Jennifer Lopez, habiendo pasado ambas los cuarenta con notable soltura. Porque en el single oficial del disco, ‘Loca’, tenemos un salto al español bastante popero, con su encanto, su letra WTF y su estribillo chispeante, guste más o menos la canción al completo; pero aquí, aquí tenemos un sonido excesivamente maduro que casi resulta confuso.
Más que nada porque uno no sabe si Sweet California se van a pasar al sonido adult contemporary con el disco, y quieren vender su madurez a Dios sabe qué público, o si van a seguir explotando su faceta de bubble-pop-girlband. No es la primera vez que hacen canción latina, ni la primera vez que hacen números menos uptempo del estilo, pero este no es el camino a seguir. No al menos hasta que se separen y dedican reunirse, por algún motivo, a los 45, para recordar viejos tiempos y lanzar nuevo material.
En ese caso, este ‘El Amor Es El Amor’ tendría sentido, pero ahora, no imaginamos a su público juvenil muriéndose por darle una segunda escucha. Aunque lo mismo estamos del todo equivocados.
