Mala Rodríguez presentaba esta semana un nuevo single, ‘Contigo’, después de que el impacto de su anterior tema, ‘Gitanas’, fuera el cariño de toda esta gente, mientras su single de corte latino con Juan Magán, ‘Usted’, sigue en la zona alta de la lista española.
La artista lo mismo juega a ser latina con Magán, que se planta ahora cantando con acento jamaicano sobre una base de dembow. Pero es que necesitamos recordar esta entrevista en ABC, para que, tirando de hemeroteca, todos entendamos mejor las cosas:
“La identidad no se puede fabricar ni descafeinar”. Pero eh, ella haciéndose la jamaicol -que diría Papuchi-, guardándose las espaldas porque su nuevo single tiene un feature con Stylo G. Vamos, lo que es tener un coño desde su casa a Logroño, y de vuelta. De hecho, no hay vaginoplastia que consiga evitar los avistamientos del coño de Mala desde más allá de la frontera Andorrana. Dicen los científicos incluso, que su inmenso coño puede verse desde el espacio, mucho más nítido que la Muralla China.
Mala Rodríguez los tiene cuadraditos, porque si ella estuviera haciendo rap aflamencado, pues tendría un pase -aunque deberíamos ponernos también a hablar de los orígenes del rap y de quién se ha apropiado de qué y cómo, quizás-, pero no, ahí anda cantando en spanglish en una mezcla de acentos que parece como si Sean Paul se hubiera comido a la virgen de Triana.
Lo dicho, un coño de varias hectáreas de ancho. “Me parece muy necesario que haya este debate en torno a ella”. Es que no tiene que reírse y plantearse lo ridículo del debate de la apropiación en España. Las hay, por lo visto, que sólo se interesan por él cuando no se aplica a que vayan de panameñas o vecina de las Islas Caimán.