Drama en el meet & greet de Britney Spears en el londinese O2, minutos antes de que la erm… modelo de Sketchers saliera al escenario a promocionar sus nuevos perfumes con los CDs sonando de fondo. Como sabéis, la cantante, además de colonias y entradas para las presentaciones de las mismas, vende también unas entradas especiales, por valor de más de 500 euros, en las que se incluye una fotografía con la artista y un breve saludo, al que previsiblemente ella contestará con un “yeah, cool”, “great” o “watermelon, yeah”.
Bueno, pues muchos son los seguidores de la perfumista que han pagado por ese tipo de entradas durante esta última gira que la ha sacado de Las Vegas, y hasta ahora no había habido ningún problema con ellas. Hasta ahora, porque como decimos, la noche en Londres dio para largo. Los organizadores del meet & greet avisaban a los fans de la artista de que “Britney se encontraba mal y que, por tanto, no iba a dar besos o abrazos fuertes, aunque no había problema en decirle algo o posar con ella para la fotografía”.
Así que lo fans de la bailarina de clásicos como ‘E-Mail My Heart’ fueron pasando a la zona habilitada para el encuentro, y fueron haciéndose fotografías con ella. Hasta que llega el turno de una muchacha española, que fue a posar con ella y de pronto, recibió la siguiente respuesta de la artista:
“No me voy a hacer un foto con alguien que me está tocando.”
Britney se giró, y pidió a seguridad que echase a la seguidora, que insistimos, había pagado un dineral por encontrarse con ella en backstage. Ella asegura que “ni la tocó, ni hizo nada raro” y que “únicamente le puso el brazo en la espalda para sacarse la foto”.
Lo peor, aún así, estaba por llegar. Cuando la chica se dirigió a Britney para explicarle que “lo sentía mucho, pero que por favor, había pagado mucho dinero para estar allí y conocerla”, la perfumista y madre de dos respondió, haciéndole burla: “Ay, pobrecita, que has pagado mucho dinero para estar aquí, pobre…”, entre risas.
La muchacha, que no daba crédito a lo que estaba ocurriendo, salió del backstage y se reunió con sus amigos, tratando de explicarles que no había conseguido hacerse la foto. Mientras tanto, su equipo y el de LiveNation trataban de convencer a la cantante de que se la hiciera.
Minutos después, Larry Rudolph, manager de Spears, salía a hablar con la muchacha, sin entender muy bien qué es lo que le había ocurrido a Britney para actuar así con su seguidora. Pidió disculpas a la muchacha y su acompañante, y les dijo que en un momento saldría el chico con el que habían hecho el tour por el backstage a explicarles qué estaba pasando.
“Lo siento mucho, es decisión de la artista, pero te devolveremos el dinero.”
Eso es lo que terminó explicándole el miembro del equipo poco después. La seguidora de Spears en cuestión pedía al menos una oportunidad para pedirle disculpas si había hecho algo que le molestara, pero sólo se encontró con una negativa de la artista, que para colmo de males, salió disparada de la sala, empezando el concierto cinco minutos antes del horario previsto, como si tuviera prisa por salir de allí.
Evidentemente, la fan ha reclamado a LiveNation el dinero, no sólo de la entrada, sino también del avión y el hotel, pagados única y exclusivamente con la intención de ver el concierto. Está pendiente de respuesta pero el caso es igualmente indignante.
Los artistas que venden entradas de meet & greet quizá deberían saber a qué se exponen: si no quieren conocer a los fans, o arriesgarse a que alguno “les toque” -que ya ves tú, ni que fueran de cristal-, no deberían ofrecer entradas de meet & greet. Podríamos entender que no den besos, por una cuestión de maquillaje justo antes de salir al show, pero el acercamiento y el mínimo contacto deberían estar garantizados.
Lo cierto es que otros asistentes al encuentro confirman que Spears no se encontraba en su mejor noche, que fue bastante seca y que la acogida de esa noche fue muy distinta a otras anteriores. Como decimos, son muchos los fans de Britney Spears que han vivido experiencias fantásticas con ella detrás del escenario, pero tampoco sería la primera vez que vemos fotografías terriblemente incómodas y distantes con ella.
Si su actitud está causada por el desgaste emocional que le supone un tour -cada vez menos acostumbrada a ellos-, si viene dada por el escándalo de aquel fan que posó disfrazado de ella en 2007, o si es por otros motivos, habrá que esperar a saberlo. Pero desde luego, si no echó a un chico que se río en su cara de un trastorno mental, no entendemos qué puede haberle molestado tanto a la perfumista en esta ocasión.
La próxima vez, lo que debe hacer es no buscar esos 500-600 euros extra que le aportan los fans a los que no tiene especial gana de atender. Sale, hace su playback, y a casa.