En ‘Estrella Fugaz’, tenemos la intención de echar la vista atrás, como nos gusta, para analizar aquellos lanzamientos de estrellas que según empezábamos a disfrutar, de pronto, se fueron. No nos dio tiempo ni de asimilar sus nombres. Las nuevas generaciones no las conocen. Pero durante unos minutos, o unos segundos al menos, sus nombres estuvieron en nuestras bocas por un par de singles o un álbum al completo.
Prepara tu telescopio, y si las ves regresar, pide rápido un deseo: nunca sabes como cuánto va a aguantar su estela. Nuestro invitada de esta semana es Princessa.
Principios de los noventa, Princessa era una niña normal en una edad especial y fantasía en el pelo. No tenía contrato ni tenía nada, pero gracias a que toda su familia se dedicaba al espectáculo, Moni -como se hacía llamar por aquel entonces- se fue haciendo un nombre en espectáculos de circo y similares.
Y mientras tanto, Disney la fichaba como Lucía Gil de los noventa para poner voz a la cabeceras de series tan míticas como ‘Patoaventuras’. Qué buen ojo tenía Disney por entonces, y no cuando puso a Gisela a cantar la de Kim Possible, que ya está más que bien. Volvamos a Princessa: la muchacha terminó llamando la atención de un productor alemán y fue así como, en 1991 y con 16 años, se marchó a Europa a grabar su primer álbum.
El disco se retraso porque Dua Lipas ha habido toda la historia de la humanidad, ¿no va a poder haber una Dua Lipa en los noventa? Pues eso, que terminó saliendo en 1993, y publicándose en español. ¿Que caso le hizo España? Pues el cariño de toda esta gente, que fue lo que recibió con singles como ‘Rojo Y Llanto’ -pista: no correlation-.
Sin embargo, aunque la acogida en España fue bastante fría, Alemania respondió con sorprendente solvencia y algunos países europeos más se sumaron también. Princessa consiguió hacerse un nombre en el norte de Europa aún incluso con un disco editado en español, y llegó su segundo trabajo. Evidentemente, pasó por completo de volver a grabar en su idioma natal, que para el caso que le estábamos haciendo aquí… así que se entregó al europop, con ‘Calling You (A Message From Love City)’ y un disco entero del estilo, grabado totalmente en inglés. Princessa muy ampliando su mercado y en España empezamos a prestarle también un poco de atención.
Pero el overplaying en radio le llegaría en 1999, y de la forma más habitual de nuestro país por aquella época: por poner música a un anuncio de televisión (así hicimos de Des’Ree o Morcheeba hits también por aquella época): ‘I Won’t Forget You’ se convertía en su mayor éxito patrio después de que fuera la sintonía de unos vaqueros. La marca España. Aquel tercer álbum sonaba bastante más pop y menos dance que el anterior, y también dejó ‘Believe In You’, que consiguió plays en radio por el arrastre del anterior tema.
Pues que Princessa volvió al estudio para grabar un nuevo álbum en 2002, pero por visicitudes de la vida, hasta 2005 no vio la luz su siguiente single, ‘All I Want’, que la hacía volver a un dance que había quedado un poco demodé para cuando la canción se puso a la venta.
Por lo tanto, el disco que planeaba lanzar quedó en el aire y la artista se volvió a España, donde años después, confesaría que fue muy difícil pelear por lanzar el cuarto álbum: “la discográfica estaba en Alemania y era muy difícil gestionarlo todo”, contaba en un foro allá por 2007, “las cosas fueron complicándose tanto que me hizo dejarlo todo, ahora vivo como cualquier otra española de a pie, lejos de todo aquello”.
Sin embargo, Princessa volvió a tratar de reconquistar el terreno perdido en 2014/2015, participando en Finlandia en varios shows de ‘We Love The 90s’. Desde entonces, poco más se ha sabido de su unión con la música.
https://youtu.be/qYEuMo0zgXM